Colm McDonagh: “El país emergente que no tome medidas para equilibrar su economía es vulnerable a sufrir un sell off"

McDonagh
Foto cedida

Colm McDonagh es el gestor del BNY Mellon Emerging Markets Corporate Debt, fondo lanzado en 2012 que arroja una rentabilidad anualizada en los últimos tres años del 14,94% en su clase A. El producto cuenta con la calificación Consistente Funds People tanto en España, como Italia y Portugal. ¿Y por qué deuda emergente? Por el pago de cupón y la mejora del crédito, señalan desde BNY Mellon, en un entorno en que las tasas de interés y la calidad que ofrecen las emisiones son relativamente mejores que en los países desarrollados. A nivel técnico, la infraponderación en las carteras de deuda emergente es un argumento a su favor.

El proceso de inversión persigue identificar compañías que se ofrezcan como una oportunidad de inversión y empieza por analizar el riesgo país para determinar en qué momento del ciclo se encuentra su economía y así evitar incurrir en pérdidas en los bonos. Se preguntan, por tanto, cómo está evolucionando la macro del país. "Si ésta mejora, consideramos invertir. Si empeora, se descarta de nuestro espectro”, explica McDonagh. “No invertimos en deuda de un país si el análisis macro de éste es negativo”. El siguiente pilar es la selección de compañías. Explicado en líneas muy generales, se aplican filtros de liquidez, capitalización, transparencia, y se miran las valoraciones no sólo en términos históricos o dentro de su mercado, sino también respecto a los mercados desarrollados.

Después de 2013

Ya han pasado más de cuatro años del fuerte castigo a la deuda emergente, ¿qué factores nos separan de ese entorno? Para el experto, “antes de 2013 muchos países incurrían en grandes déficits por cuenta corriente, pero desde entonces muchos de estos desequilibrios se han corregido”, apunta McDonagh. “En ese momento los países emergentes no estaban incurriendo en reformas y esa es la clave para la deuda emergente: nosotros queremos invertir en reformas porque éstas implican oportunidades de inversión”, amplia. El gestor señala 2013 como un recordatorio a los gobiernos de la necesidad de acometer medidas para equilibrar sus economía puesto que “ si no lo haces eres vulnerable a un sell off del mercado”. China, México, Argentina, Brasil o Indonesia son ejemplos de países que han aplicado algún tipo de reforma. Nos sentimos más confiados respecto al futuro en los próximos meses, ya que los fundamentales económicos de base han mejorado”, afirma.

En cuanto a los principales riesgos para el mercado de deuda emergente en este año, McDonagh empieza por los inesperados, pero concreta en la amenaza de un escenario de recuperación económica global que se tuerce o un precio del petróleo que vuelva a caer. “El riesgo político es siempre una amenaza en los mercados emergentes. Véase Sudáfrica recientemente o Turquía. La cuestión más importante es cómo se compensan estos riesgos”, explica, “pero no se trata de un riesgo estructural, sino que afecta de forma individual a cada país”. Otro de los riesgos implícitos en el tipo de activo es que se desvanezca el ánimo de emprender reformas de los gobiernos una vez estén menos presionados por los mercados.

Oportunidades

El gestor encuentra oportunidades en divisa fuerte, aunque siendo selectivo, ya que las valoraciones están más ajustadas, aunque las rentabilidades que ofrecen siguen más atractivas respecto a los mercados desarrollados. En cuanto a la divisa local, ve mercados atractivos por yield donde no hay presiones inflacionistas y que han sufrido el castigo en sus divisas en los últimos años. Ve oportunidades en Latinoamérica, Rusia o Indonesia. Más cauteloso se muestra con Europa del Este, Corea o Tailandia.

En cuanto al posicionamiento de la cartera, está sobreponderado respecto al índice en Brasil y Rusia, siendo las primeras posiciones de la cartera con más de un 10%. Sus apuestas geográficas siguen con China, México y Argentina. El índice funciona solo como una referencia, pues el posicionamiento descansa en una gestión activa.