El mercado laboral estadounidense no es tan dramático como parece

luisamartinez
Imagen cedida

El mes de julio ha comenzado con sabor agridulce para Estados Unidos después de que a nivel bursátil se registrase el mejor mes de junio en años. El pasado viernes, la fiesta vivida en las últimas semanas llegaba a su fin después de que el departamento de trabajo anunciase el informe de empleo mensual.

La lectura del informe anunciaba que la economía estadounidense fue capaz de crear 80.000 nuevos empleos durante el mes de junio pero, desafortunadamente, dicho dato quedaba por debajo de las previsiones del consenso de analistas, que esperaban la creación de 90.000 puestos. Asimismo, se confirmaba que la tasa de desempleo norteamericano no registraba variación alguna situándose en el 8,2% en línea con las previsiones del mercado.

No obstante, aunque dicho dato confirma una desaceleración en la reducción del empleo estadounidense, es importante analizar la situación del mercado laboral de manera global para apreciar que dicho escenario no es tan dramático como a priori se desprende.

La economía de EE.UU. ha añadido más de 900.000 empleos en lo que va del año, y el sector privado ha agregado empleos durante 28 meses consecutivos. Además, la tasa de desempleo, aún siendo alta, está cerca de mínimos de cuatro años. Por tanto, el último informe de junio pone en evidencia que aún apreciándose una ralentización en la recuperación económica no deja de añadirse nuevos puestos de trabajo en el mercado norteamericano, si bien es cierto que se ha reducido considerablemente el ritmo de creación de los mismos en los últimos meses.

Independientemente, y en tono más positivo, cabe destacar que la Reserva Federal anunció ayer que durante el pasado mes de mayo se registró un aumento del 8% de los créditos al consumo. El crédito al consumidor creció en 17.120 millones de dólares en mayo, por encima de los 8.500 millones esperados por el consenso de analistas, registrando su mayor subida en cinco meses. Dicho incremento se vio directamente asociado al aumento del uso de tarjetas de crédito por parte de las familias, que creció en 8.000 millones a su ritmo más alto desde noviembre de 2007. Adicionalmente, otros tipos de créditos, como podrían ser los préstamos concedidos a los estudiantes o para la compra de vehículos, aumentaron en 9.100 millones de dólares. Por tanto, se desprende que el sector financiero está ayudando a que fluya el crédito en la economía al confiar en que el crecimiento económico se mantendrá estable en los próximos meses.

Por último, resaltar que ayer lunes, Alcoa marcaba, de manera extraoficial, el inicio de la temporada de resultados en Estados Unidos, con unos datos en línea con las previsiones de los analistas. Klaus Kleinfeld, presidente y consejero delegado de Alcoa, se mostraba positivo en su discurso aún cuando los precios del aluminio están bajando, ya que en sus palabras, aprecia que los fundamentos del mercado se mantienen firmes con una fuerte demanda, reiterando que la compañía espera que el crecimiento de la demanda de aluminio se sitúe en torno al 7% en este año 2012.

Por el momento y, según datos preliminares, compañías como Caterpillar, Microsoft, Cisco o Ford Motors podrían ser algunas de las grandes sorpresas de esta temporada que acaba de comenzar, sin olvidar por supuesto a Apple, del que se espera, una vez más, bata las previsiones de los analistas. No obstante, el caso de Apple es único en su género ya que la compañía de la famosa manzanita no podrá conformarse con batir las previsiones de Wall Street, sino que tendrá que buscar como sorprender y mejorar las expectativas de Main Street, esto es, las de aquellos ciudadanos de a pie que, a fin de cuentas, son los que han ayudado a esta marca a convertirse en un icono mundial.

Hasta la fecha, la mayoría de informaciones respecto a los resultados del segundo trimestre de 2012 son sólo suposiciones, así que nos queda un largo mes para poder llegar a conclusiones más certeras. No obstante, lo más interesante será, al final del periodo, determinar si hay un sentimiento de mejora en la situación de los balances de las compañías que vislumbre una mejora generalizada del sector empresarial norteamericano.

Por tanto, aunque julio sea un mes en que numerosos inversores deciden tomarse un descanso, lo cierto es que los mercados estadounidenses continúan al rojo vivo y eso sin contar que la carrera electoral norteamericana se va acercando a su fin, con la consiguiente presión sobre el partido demócrata que necesita, en parte, que la economía mejore en los próximos meses si quiere revalidar su puesto al mando de la Casa Blanca en los próximos cuatro años.