“El inversor debería diversificar en oro como cobertura contra la inflación”

“Con el tiempo, esperamos que en los próximos años, si los precios del petróleo y del gas se mantienen en los niveles actuales, el mercado inmobiliario mejora y el gasto del consumidor recuperara la confianza de las empresas, tal vez la economía entre en un período de crecimiento sostenible sano. En ese momento, la Fed sentirá la necesidad de subir los tipos de interés y comenzar a retirar dinero del sistema”. Según explica Van Eck, cuando se reanude el crecimiento y los mercados de crédito vuelvan de nuevo a funcionar con normalidad, es probable que la velocidad del dinero aumente.

En épocas anteriores, estos periodos de expansión fueron acompañados por una política monetaria acomodaticia. Cada uno terminó en burbujas históricas de activos, en acciones en el caso de la burbuja tecnológica, y más recientemente en el precio de la vivienda. “Dado su historial, existe el riesgo de que la Reserva Federal de Estados Unidos mantenga una política monetaria relajada durante el próximo periodo de expansión económica. Esta es una receta para la inflación de los precios de los activos, los precios de los consumidores o ambas en el caso de que se produzca una nueva burbuja inmobiliaria”, asegura.

Si bien este es un escenario hipotético, en Van Eck creen, sin embargo, que la probabilidad de que esta situación pueda llegar a producirse es lo suficientemente elevada como para que los inversores tomen medidas y muevan ficha en sus carteras. ¿Qué deberían hacer? De acuerdo con los expertos de la entidad, los inversores deberían diversificar sus carteras en el oro o acciones vinculadas a este metal, como cobertura contra la inflación, las tensiones financieras y la inestabilidad monetaria, indican.