El dilema del carcelero

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Joel Filipe (Unsplash)

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Yanis Varufakis va a entrar con fuerza como personaje de este blog. Nosotras no somos tan malas como la periodista de The Guardian que dijo que había ido a Londres “vestido como un traficante de drogas de Manchester en los 80”. Que insulten otros, es uno de nuestros lemas. La cosa del atuendo ha dominado los primeros días de gira europea de los hombres Syriza. Renzi le regaló una corbata italiana a Tsipras para que se la ponga cuando acabe la crisis. Sonrisa, corbata y haz el favor de pagar chato, ji ji, ja ja, alora, pero paga.

Yanis promete, y mucho, y en pasado perfecto ha prometido de todo. En palabras de los años 80 de su atuendo, “está habiendo una escalada”. Por una parte la troika, que no estaba muerta que no, con la pasta y por otra la gran amenaza griega, menos divertida que la boda: el default. Y ahí estamos, Yanis empezó con ganas y arrogancia pero ya con con Schauble, pues se le notaba más tocado. De la quita hemos pasado a dos días de respiro y de ahí al susto.

Y tutto por Mario. Las vueltas que da la vida y que da Goldman Sachs. Ayer asesorando al gobierno griego a esconder y hoy cerrando el grifo. Como para decir de este agua no beberé.

Nosotras, que de momento no decimos nada, nos declaramos devotas de las series televisivas, encontrando en la realidad del euro una de las buenas. Qué trama, señores, qué giros de guión. Y es que Mario, un spin off de sí mismo, ha pasado de la economía a la política a secas, precipitando los acontecimientos y obligando a dar ritmo a las negociaciones. Si Grecia abandona unilateralmente el plan de rescate, el mismo miércoles, y no el 28 de febrero cuando éste terminaría, el BCE cierra el acceso ordinario de liquidez al no aceptar la deuda de los bancos griegos como colateral.

Una clara advertencia para Grecia pero también para toda Europa, donde cada país se encuentra con la casa sin barrer ante un apretado tablero electoral. Alemania, por su parte, tiene elecciones en Hamburgo en febrero y en Bremen en mayo, y de acuerdo con una encuesta publicada el domingo en el periódico Bild am Sonntag, el 68% de los alemanes están en contra de una quita para Grecia, frente al 21% favor de esa medida.

Pero de momento lo de Mario no ha sido un ejercicio de pirotecnia para quemar las naves. A los bancos griegos les quedaría el mecanismo ELA –una línea de liquidez de emergencia- para financiarse a través del Banco de Grecia. Ahora bien, el coste sería mayor y el acceso de cada entidad exigiría la aprobación discrecional del BCE: ¿te considero solvente?, te doy dinero. La cuestión es si los considerará solventes sin un plan de rescate que lo respalde.

El BCE tiene el poder, siempre, ¿pero está actuando dentro de la independencia? Como buenos personajes, los actores de este serial tienen matices, ni son todos tan buenos, ni todos tan malos.

Y lo de las series no es lo suyo, láncense a la Teoría de Juegos y todo lo que da de sí en la evidencia empírica. Thomas Schelling, Nobel de Economía en 2005, fue uno de los fundadores de la teoría de juegos y de la disuasión nuclear, y una de sus aportaciones fue demostrar cómo una situación de debilidad puede ser un instrumento de coerción sobre otros. Para muchos puede estar resultando un problema un Ministro de Finanzas con conocimientos.

Pero sorprendentemente hay más cosas fuera de Grecia y todo lo que representa, aunque pocas fuera de la política monetaria y los bancos centrales. Porque la fiesta continúa a un lado y otro del mapa. Ahí tenemos a Dinamarca que vuelve a recortar la tasa de depósitos por cuarta vez en tres semanas. O el banco suizo que se plantea volver a ligar su moneda al euro pero a un tipo de cambio más factible. Incluso el banco popular de China que ha bajado el nivel de reservas exigido a las entidades, moviéndose peligrosamente en el límite que separa mantener un crecimiento que no pinta muy boyante para principios de año, o cuidarse de alimentar más el crédito inmobiliario.

Con este panorama, no es de extrañar que la Fed tenga en cuenta para su estrategia política la debilidad del crecimiento económico del resto del mundo. Y ya hay voces que aplazan la primera subida de tipos a 2016. 

"A tortas en la troika"

 

Buena semana