Davide Cataldo: “El concepto de retorno absoluto funciona siempre, no sólo en el contexto actual”

Davide Cataldo, Amundi
Amundi

2014 ha sido el año del los productos multi-activos. Este año generar rendimiento es más complejo, comenzando por la gran volatilidad del mercado y por el hecho de que los rendimientos dentro de la renta fija son cada vez más bajos y hasta negativos. Por tanto, los principales gestores de activos se centran en nuevas estrategias, como en las smart beta, o precisamente en aquellas estrategias absolute return UCITS donde se explotan las ventajas de la inversión alternativa. En opinión de Davide Cataldo, responsable de retorno absoluto multi estrategia de Pioneer Investments, “el retorno absoluto es un concepto que funciona siempre, no sólo en el contexto actual. Se basa en un principio simple: no perder dinero en un momento en que el mercado ha crecido mucho y los rendimientos son muy estables. Para un inversor que se plantea capitalizar lo que ha acumulado hasta ahora, los fondos de retorno absoluto pueden ser la solución correcta”.

Dada su naturaleza, estos fondos están ahora en el centro de atención debido a que muchos inversores, incluso los más avanzados, están buscando alternativas para generar retornos, sobre todo con el nivel actual de los rendimientos comprimidos. “La respuesta ‘absolute’ es la adecuada cuando lo que busca el inversor no sólo es la direccionalidad de los mercados. En nuestros fondos, hay un componente que se asigna de manera tradicional, de acuerdo a lo que es nuestra visión sobre el ciclo económico y los mercados financieros, pero gran parte de nuestro presupuesto de riesgo se asigna a las estrategias no direccionales, las llamadas estrategias alfa. Se trata de posiciones relative value, tácticas, más a corto plazo”, explica Cataldo.

Pero cuál es la inversión más coherente en este contexto de mercado? “Una cosa que tenemos en cuenta cuando construimos las carteras en este momento es la gran distorsión que han introducido los bancos centrales con el QE. En Estados Unidos, donde el QE se ha completado, los títulos que vencen se reinvierten. En Europa estamos sólo al principio y por el momento el efecto es el de bajos rendimientos, mientras que en Japón, donde nos encontramos a mitad de camino, fuimos testigos de un aumento de capital. Mantener las curvas de rendimiento a niveles tan comprimidos tiene consecuencias en todas las actividades, ya que los tipos de interés influyen en las primas de riesgo sobre el capital, el crédito y en los mercados emergentes: esto genera inflación de activos. Los bancos centrales han comenzado el QE para soportar la economía real, pero el principal efecto en la realidad se ve en los activos financieros. Suelo estar de acuerdo con aquellos que dicen que el QE tiene un efecto limitado en la economía real, pero sin duda evitó el desastre”, sentencia el gestor.

Para el responsable de Pionner, el QE ha tenido ya un efecto inmediato: en 2011 Europa fue acusada de no tener un banco central. Con la acción de Draghi, que se desarrolló durante muchos meses con varias intervenciones hasta acabar en el QE, Europa tiene ahora un banco central capaz de monetizar la deuda. Por ese motivo, Cataldo considera que “el QE ha sido un éxito”. Se empieza a hablar de un crecimiento mejor aunque todavía no muy consistente en Europa, sobre todo en los países periféricos y esto debería de crear un círculo virtuoso y promover el desarrollo. “El mayor riesgo, puesto de relieve por muchos observadores, es que cuando todas las economías comiencen a arrancar de nuevo, el banco central podría perder el control de toda esta masa de dinero inyectado en el sistema y que, tarde o temprano, podría crear inflación”.

¿En qué clase de activos están las mejores oportunidades?

“Todavía hay valor en las partes extras largas de las curvas y en la renta variable. También en los bonos high yield y en los mercados emergentes, con el peligro de que estas clases de activos podrían tener problemas de liquidez. Cuanto menor sea la volatilidad, más sentido tiene jugarse el carry. Cuanto más prolongado es el periodo de baja volatilidad, más probable es que esta aumente, creando así la necesidad de liquidar las posiciones. En nuestras carteras no exageramos con la búsqueda de la rentabilidad con instrumentos pocos líquidos, como el high yield y los mercados emergentes. La renta variable sigue siendo un activo atractivo, porque siempre ha demostrado tener buena liquidez”.

Otro elemento de riesgo está representado por posibles acciones de la Fed. Históricamente cada vez que la Fed subió los tipos han habido correcciones en los mercados más o menos marcadas. En el 94 fueron muy fuertes, en 2004 más contenidas, pero en aquel entonces estábamos en una fase de rápido crecimiento de China que creaba demanda mundial, sobre todo de materias primas. “Hay que entender en esta situación cuál será el impacto del aumento de los tipos de interés, pero seguro que se trata de un factor de riesgo”. Lo vimos en mayo y junio de 2013, con el famoso 'tapering scare’.

“Con respecto a la asignación de activos, nos centramos con cautela en la renta variable y en las decisiones de duración. En cuanto a los mercados emergentes, somos muy selectivos y actualmente hemos concentrado nuestras inversiones en el Lejano Oriente, especialmente China, India y Hong Kong. Importante es tener una cartera muy diversificada para evitar estar expuestos a riesgos específicos. Es el deber de los gestores encontrar el valor oculto, con herramientas de análisis que difícilmente un inversor particular posee”, concluye.