El BCE redujo ayer un cuarto de punto hasta un mínimo histórico del 0,5% los tipos de interés en la eurozona. El presidente del organismo, Mario Draghi, explicó que con esta medida y con la entrega de liquidez sin límite a las entidades hasta julio de 2014 quiere estimular a las entidades a que concedan crédito y así ayuden a que la economía europea se recupere. El organismo, reunido en Bratislava, no tomó sin embargo ninguna medida directa para mejorar el crédito a las empresas, como se estaba esperando.
Draghi reconoció que se siente “frustrado” por no haber conseguido hasta ahora que los bancos concedan más crédito a las empresas. En las próximas semanas, estudiarán otras medidas, que podrían consistir en la compra de paquetes de créditos y en la moderación de las garantías exigibles.
La decisión de reducir los tipos tiene su origen, principalmente, en la nueva ralentización que se está observando en la recuperación de la economía europea, especialmente reflejada en la moderación de las exportaciones alemanas y en las dificultades de la economía francesa. Draghi, que confía en que en el segundo semestre se vea la mejoría, aprovechó su intervención en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno para criticar a los países que están adoptando subidas de impuestos para cuadrar su déficit en lugar de afrontar nuevas rebajas del gasto público y reformas estructurales. La presión fiscal ya es elevada e incrementar más las tasas tiene efectos “contractivos”, criticó Draghi, según Europa Press.
La decisión de rebajar los tipos se esperaba pero la parálisis en cuanto a las medidas para animar el crédito a las empresas decepcionó en el mercado y al cierre de la sesión el Ibex 35 perdió el 0,5%, en tanto que el parqué italiano se dejó el 0,12%. Por el contrario, la bolsa alemana recuperó un 0,8% y la francesa, avanzó un 0,05%. Al tiempo, el diferencial de la deuda española y alemana subió hasta 289 puntos, con la rentabilidad del bono español a diez años en el 4,06%.