El Banco Mundial analiza los motores del crecimiento latinoamericano de la última década

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Pablitux, Flickr, Creative Commons

Tras más de una década de fuerte crecimiento impulsado por la demanda mundial de materias primas, los países de América Latina y el Caribe se enfrentan a la caída de los precios de las materias primas y a una desaceleración en los países importadores y exportadores. Un nuevo informe del Banco Mundial –titulado Más allá de las materias primas: el reto de crecimiento en América Latina y el Caribe– examina las tendencias de expansión económica de la región y concluye que, más que los factores externos, las reformas nacionales pueden contribuir a un crecimiento sostenible y a reducir la pobreza en la región.

“Con el fin del auge de las materias primas, y en medio de condiciones globales menos favorables, la región está despertando a una nueva realidad de crecimiento ralentizado”, afirma Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, que no obstante llama la atención sobre las divergencias existentes a nivel regional: mientras que países como Argentina o Venezuela registran decrecimiento y las previsiones para Brasil son prácticamente planas este año, otros países de la región continúan creciendo a un ritmo del 4% anual.

Lecciones aprendidas

El informe destaca que la bonanza de la década del 2000 se debió tanto a las condiciones mundiales favorables como a las reformas llevadas a cabo por los países en los sectores financiero, educativo y de infraestructuras para impulsar el crecimiento durante ese período, con buenos resultados. Además, la mayoría de los países impulsó políticas tendientes a controlar la inflación y la volatilidad cambiaria de la década de 1990, ayudando a estabilizar sus economías y generando un ambiente favorable al desarrollo del resto de los motores de crecimiento.

El Banco Mundial también identifica a Panamá, Perú, Colombia y la República Dominicana como las nuevas estrellas del crecimiento en la región: “Panamá es el campeón del crecimiento regional, con una expansión media anual per cápita del 5,1 por ciento entre 2001 y 2012, seguido del Perú con un 4,6 por ciento, que se benefició tanto de los precios de las materias primas como de las reformas locales”, afirma la institución en un comunicado.

Por último, el informe señala la importancia de fijarse en las mejores prácticas puestas en marcha por los diferentes países: “Países como Argentina, la República Dominicana, Ecuador y Venezuela podrían beneficiarse de la experiencia en control inflacionario de otros países, mientras que para otros —en particular países de Centroamérica y el Caribe— será crucial llevar a cabo reformas a largo plazo y a favor del crecimiento”, concluye.