El asesoramiento sobre fondos de inversión en los bancos, uno de los objetivos del mystery shopping de la CNMV

ElviraRodriguez
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La nueva herramienta supervisora que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pondrá en funcionamiento en 2016, el famoso mystery shopping, tendrá entre uno de sus objetivos principales la vigilancia de las prácticas de asesoramiento sobre fondos de inversión en las redes bancarias españolas y sus sucursales, confirmó la presidenta de la institución, Elvira Rodríguez, en la presentación del Plan de Actividades de la CNMV 2016.

Para vigilar la correcta comercialización de fondos de inversión, así como del conjunto de productos financieros que distribuyen las entidades, la CNMV recurrirá a personal externo para llevar a cabo comprobaciones de los procesos comercializadores en las redes de manera anónima.

En lo relativo al negocio español de IIC y capital riesgo, durante 2016 la CNMV tiene previsto revisar, actualizar y ampliar el documento de preguntas y respuestas sobre la normativa relacionada con las IIC publicado en octubre de 2009. “Una vez transcurridos los periodos de adaptación a la nueva ley de IIC y su reglamento y a la nueva ley que regula las ECR, resulta necesario facilitar la adaptación de las entidades gestoras a los nuevos requisitos introducidos tanto en las leyes como en el reglamento, consecuencia de la transposición de la Directiva de Gestores de Fondos de Inversión Alternativos (AIFMD) y la Directiva UCITS V”, explica el supervisor español.

En sentido amplio, el Plan de 2016 de la CNMV se articula en cuatro grandes líneas estratégicas que inspiran la definición de 44 objetivos específicos. Los cuatro ejes de actuación son la actuación proactiva; el esfuerzo y el impulso de la convergencia supervisora en el ámbito europeo; la mejora del funcionamiento de los mercados de valores españoles para facilitar el acceso a la financiación de las empresas y, por último, fomentar la interacción con el sector y con los inversores y articular las fórmulas de diálogo que sean necesarias para que el proceso de adaptación a la nueva normativa europea se realice de manera eficiente. Respecto a este último punto, “el objetivo es doble: impulsar la competitividad del sector financiero e incrementar la protección de los inversores”, apunta el supervisor español.