El alto precio disuade a los gestores de acudir a la salida a bolsa de Facebook

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Scott Beale, Flickr Creative Commons

Será la mayor oferta pública de venta (OPV) realizada por una empresa de Internet desde Google, que empezó a cotizar en agosto de 2004, pero los inversores se lo toman con mucha cautela. Los gestores españoles de fondos tecnológicos o de renta variable estadounidense han decido no acudir a la llamada de Facebook. 

La red social, que cotizará en el Nasdaq desde mañana, ha recibido mucha atención mediática pero no ha logrado abrir el apetito de los inversores por el momento. Los principales hándicaps son el precio, que muchos consideran excesivo, pero también la falta de visibilidad del negocio, los escasos derechos de voto de las acciones, la preocupación por la regulación de datos personales en EEUU y el temor a un pinchazo de la acción a corto plazo. Por su parte, los más optimistas hablan de invertir algo más adelante y, de momento, esperar y ver.

Los inversores pagarán por cada acción 38 dólares, el precio máximo que se había fijado en la banda orientativa (que ya se amplió tras ver la enorme demanda minorista existente). Eso supone valorar el conjunto de la compañía en 104.000 millones de dólares (unos 82.000 millones de euros).

Así, Beatriz Catalán, gestora del fondo Ibercaja Tecnológico y de otros productos de bolsa americana de la gestora, destaca que la horquilla de precios en la que Facebook empezará a cotizar equivale a un PER equivalente a 70 veces, un nivel excesivo. Pero también asegura que, aunque el precio fuera menor, no acudiría. La gestora es pesimista con respecto a su negocio pues, a pesar de su importante crecimiento en los últimos años, cree que hay incertidumbre de cara al futuro y duda de su capacidad de generar ingresos por publicidad. “General Motors ha decidido suspender sus anuncios en Facebook y creemos que puede haber más historias similares en el futuro”, explica. Como otro factor en contra, señala la incipiente regulación en EEUU sobre privacidad de datos.

A Catalán, que teme la formación de una burbuja a esos precios, tampoco le ha gustado que la compañía anunciara a última hora que sacará a la venta un 25% más de las acciones decididas en un principio -442 millones de títulos en total-. “Teniendo otras historias disponibles, y con la actual volatilidad de los mercados, preferimos estar fuera”, apostilla la experta, mencionando su visión más positiva sobre Google, que considera “una historia de negocio muy distinta”, y más diversificada.

Momentos previos a la burbuja

El futuro del negocio es menos dudoso para Mutuactivos, pero la valoración les impide acudir a la OPV. "Tiene un gran potencial, con 904 millones de usuarios conectados e intercambiando publicidad, compañías destinando equipos enteros a posicionar sus marcas en Facebook y todo un ecosistema girando en torno a la red social. Es fantástico y ha cambiado el mundo", dice Jaime de León, gestor de Mutuafondo Tecnológico. Pero como contrapunto señala aspectos negativos que pesan más, principalmente el precio, que le recuerda a los previos al estallido de la burbuja tecnológica en EEUU. "Cotizará a 100 veces sus beneficios, lo que supone asumir un crecimiento futuro muy agresivo, y teniendo en cuenta que los usuarios no subirán de forma exponencial", explica. Añade, no obstante, que el momento elegido para salir a bolsa no es baladí, pues todo lo relacionado con Internet y las redes sociales goza ahora de gran atractivo.

Otros factores negativos son algunas dudas sobre el modelo de negocio, pues "hay que ver un negocio más palpable, pues no queda claro que la publicidad sea efectiva" -motivo por el que General Motors la ha retirado-, dice. También le resulta sospechoso el detalle de que Goldman Sachs, uno de sus mayores accionistas, anunciara que venderá el doble de acciones de las previstas. "Mañana todo podría ir bien, pero a largo plazo el precio actual no compensa y en Mutuactivos seleccionamos acciones de calidad y baratas", indica. De hecho, confiesa que de haber cotizado a un nivel similar al que lo hizo Google, de 20 veces beneficios, podrían haber entrado. Eso sí, espera beneficiarse del efecto Facebook a través de su posición en el buscador, que sí tienen en cartera.

De momento, tampoco en Welzia Management acudirán a la oferta. Álvaro Lacasa, gestor del fondo de renta variable estadounidense de la entidad, que cogestionan con el especialista americano Rocklege, dice que prefiere esperar a ver cómo abre su cotización. “En principio no entraremos, aunque lo seguiremos con nuestra gestora estadounidense”, explica, indicando también el precio como uno de los factores disuasorios. En su cartera una de las apuestas claves es Apple, firma que cree seguirá marcando el negocio en EEUU. Además, el gestor considera que la ralentización macroeconómica de los últimos días y semanas ha enfriado los datos positivos de los meses pasados y les ha obligado a tomar posiciones más cautas, en sectores algo más defensivos que las tecnológicas, y saliendo de otros más cíclicos como los de materiales, en el que han ido deshaciendo posiciones desde principios de año.

Entrar más tarde

Entre los gestores internacionales hay más división, aunque la decisión negativa siempre es temporal y los expertos parecen estar más decididos a esperar y entrar en el valor algo más adelante. Ente los que no acudirán inmediatamente a la oferta está Muriel Faure, gestora del IT Funds Info Tech, fondo de la entidad francesa especialista en tecnología IT Asset Management.

"No vamos a ir a la OPV de Facebook. No es porque no nos guste el valor sino porque nunca compramos al principio de una OPV cuando tiene mucha publicidad”, indica y añade que en los meses posteriores siempre hay oportunidades. Eso sí, su inversión está supeditada a la evolución del negocio de móviles. Como aspecto negativo, señala las condiciones de los derechos de voto ofrecidos en la oferta. “No me gusta que las acciones que van venderse en esta operación tienen pocos derechos de voto y las que se quedan ellos sí los tienen", afirma.

En Henderson no hay dudas sobre el atractivo del negocio, pero sí de Facebook como inversión, pues ya hace meses mostraban su preferencia por Apple. “Creemos firmemente en la fortaleza de la tendencia hacia los medios sociales y en la posición dominante de Facebook dentro de ese entorno”, comenta Ian Warmerdam, co-gestor del fondo Henderson Horizon Global Technology. Sin embargo, la pregunta clave sigue siendo cómo se puede rentabilizar con éxito esta base de usuarios. “La publicidad, que supuso el 82% de los ingresos en el último trimestre, es el camino que la empresa ha elegido hasta el momento para lograr este objetivo. Sin embargo, la comparación de las tasas de clics en los anuncios de Facebook (0,06%) con los motores de búsqueda más establecidos (2,10%) y los anuncios de banner (0,11%) muestra que la empresa debe lograr un equilibrio complicado: la mejora del rendimiento de la publicidad sin perjuicio de la calidad de la experiencia del usuario, que ha sido la fuente de su crecimiento”, afirma.

Por eso también opta por esperar antes de comprar: “La empresa está desarrollando una serie de nuevas iniciativas para afrontar esta situación y vamos a esperar los resultados con interés”, dice. En cuanto a la valoración, la considera elevada respecto a las expectativas a corto plazo, aunque son moderadamente optimistas a largo, “debido a la oportunidad incorporada de rentabilizar con éxito la enorme base de usuarios”.

¿Pinchazo a medio plazo?

Mientras Saxo Bank habla en su último artículo de esperar a valoraciones más atractivas y mantener la acción a largo plazo, algo que no cree que tengan en mente los inversores que acudan ahora a la OPV. “Lo mejor puede que sea esperar a que la valoración del PER vuelva al nivel de 50-60 veces y cuando estemos seguros de esto, invertir. Pero estrategia exigiría un horizonte de tiempo muy largo, a 5-10 años. En otras palabras, guardar la acción en el fondo del armario y esperar a que la inversión compense”, afirma Peter Bo Kiaer, estratega del banco.

De hecho, cree que es más una inversión estilo valor que crecimiento. “Desde mi punto de vista, una buena parte de los nuevos inversores no ha aterrizado con intención de quedarse a largo plazo y es probable que no vayan a cumplir con el horizonte temporal que Mark Zuckerberg tiene en la cabeza”, afirma, abriendo la puerta a una bajada importante de la cotización a corto y medio plazo. Por eso, cree que los inversores se enfrentan a un mayor riesgo a corto plazo puesto que la valoración del PER de hasta 100 veces apenas deja margen para la decepción o el error y los inversores "serán quienes paguen el pato".