El 2014 se estrenará con el inicio del retiro del estímulo monetario por parte de la Fed

El regulador estadounidense ha dado el primer paso para poner fin al millonario programa de compra de bonos que puso en marcha hace justo un año. La Reserva Federal reducirá en 10.000 millones de dólares a partir de enero del próximo año, su programa de compra de deuda, que pasa de 85.000 millones mensuales a 75.000 millones. Esta decisión refleja la confianza del banco central estadounidense en la recuperación económica de EE.UU., mejorando, además, levemente sus previsiones de crecimiento para 2014.

La bolsa interpreta que la decisión del regulador estadounidense significa que la recuperación es sólida, lo que se traduce en avances para el Dow Jones, que se anota un 0,.8%, hasta 16.012 puntos. El S&P 500 sube un 0,5%, hasta 1.790 puntos y el Nasdaq Composite avanza un 0,06%, hasta 4.027 puntos.

En un comunicado, la Fed ve "una mejora de las condiciones de la actividad económica y del mercado laboral en consonancia con la creciente fortaleza subyacente de la economía en general [...]Tras el progreso acumulado en el camino al máximo empleo y la mejora de la perspectiva de las condiciones del mercado laboral, el Comité decidió reducir modestamente el ritmo de sus compras de activos", explica. De hecho, la Reserva Federal ha elevado su previsión de crecimiento para 2013 (del 2,2% al 2,3%) y para 2014 (desde el 2,8% al 3,2%). En cuanto al desempleo, mientras que en septiembre la Reserva Federal esperaba un índice entre el 7,1% y el 7,3%, ahora calcula que el año terminará con un desempleo del 7% al 7,1%

Por otro lado, el banco central ha mantenido una vez más los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%, y ha vuelto a garantizar unos tipos en niveles "excepcionalmente bajos", al menos hasta que la tasa de paro continúe por encima del 6,5% y mientras las expectativas de inflación a uno o dos años no superen el 2,5%. Esto viene siendo una constante de la Fed. La Fed reduce su programa de compra de deuda en 10.000 millones de dólares.

La decisión de mantener la política monetaria contó con el voto a favor de todos los miembros del comité a excepción de Eric S. Rosengren, quien cree, con una tasa de desempleo aún elevada y una inflación bastante por debajo del objetivo, los cambios en el programa de compra de deuda son "prematuros" y se debe esperar a datos "más claros" que indiquen que un crecimiento económico sostenido.