Diversificar la cartera con productos buy and hold

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TRIBUNA de Miguel Villalba Leirós, country head de Morgan Stanley Invesment Management. Comentario patrocinado por Morgan Stanley Investment Management.

Los productos de renta fija tradicionalmente se han utilizado para equilibrar las carteras, ofreciendo diversificación y reduciendo el riesgo. Esto ha sido fácil durante los últimos 35 años, cuando las rentabilidades de los bonos venían de niveles máximos. Hoy en día, utilizar la renta fija para lograr diversificación en una cartera es mucho más complicado. La inversión en renta fija tiene que cumplir los criterios necesarios para constituir una fuente sólida de ingresos estables, ofrecer diversificación y reducir los riesgos de correlación en toda la cartera, logrando un equilibrio entre la rentabilidad esperada por el inversor en la exposición a instrumentos de renta fija, y el riesgo que éste está dispuesto a asumir.

Utilizar la renta fija como un agente de diversificación

Utilizar la renta fija como parte de la asignación de activos para diversificar la cartera o lograr un objetivo de inversión, es una táctica habitual. Los bonos de alta calidad tienen la ventaja de que pueden generar un flujo de caja estable, tanto en épocas buenas como malas. Cuando la economía se debilita y los tipos de interés caen, los bonos suelen ofrecer rentabilidades positivas, que pueden contrarrestar los rendimientos negativos de los activos de más riesgo. Asumiendo que no se produzcan impagos, los bonos tienen la ventaja de devolver el principal, lo que representa una gran aportación como elemento diversificador. Cuando las rentabilidades de los bonos eran altas y tendían a disminuir levemente, como ha sido el caso desde 1980, una estrategia muy básica en la asignación a renta fija, era suficiente.

En la actualidad las rentabilidades son muy bajas, sobre todo la de los bonos de mayor calidad crediticia. Por ejemplo, un bono de alta calidad con calificación AA- y un vencimiento a cinco años, en la década de los 80 podría haber ofrecido un cupón y una rentabilidad superior al 8%, mientras que hoy en día podría estar más próxima al 1,75%. Esto crea simultáneamente un problema de rentabilidad y de diversificación para los inversores. Las rentabilidades son demasiado bajas como para generar el nivel buscado de ingresos fijos, y los inversores encuentran problemas, durante las épocas más difíciles, a la hora de construir una reserva de ingresos suficientes para contrarrestar las pérdidas en otros activos de más riesgo que puedan tener en la cartera. El entorno actual de tipos de interés bajos, presenta un problema distinto para los inversores, que, por tanto, precisa una solución diferente.

Analizando el problema y buscando una solución

La raíz del problema es el hecho de que, en la actualidad, las rentabilidades de los bonos son bajas, pero los inversores siguen requiriendo unos niveles de ingresos mayores, a la vez que no desean asumir un riesgo excesivo. Una solución para este problema pueden ser las estrategias de renta fija buy & hold (B&H) (comprar y mantener).

Recientemente, hemos lanzado un nuevo producto basado en esta estrategia, MS INVF Global Buy and Hold 2020 Bond Fund. Su fortaleza reside en el proceso de selección de activos dentro de un amplio abanico de instrumentos de renta fija, y en la posterior construcción de la cartera. El objetivo es lograr rentabilidades atractivas comprando bonos, y manteniéndolos hasta vencimiento, recogiendo los cupones durante el tiempo en el que se permanece invertido. El periodo, en el cual los bonos se mantienen en cartera, es un plazo futuro preestablecido, que se adecúa al objetivo del inversor. Por estos motivos, denominamos la estrategia con el nombre Buy and Hold (comprar y mantener).

Nuestra estrategia B&H emplea un riguroso proceso de selección de activos, lo que denominamos un enfoque de dos pilares, que primero se basa en un modelo cuantitativo, de diseño propio, para construir una cartera que minimiza los riesgos de impagos, y seguidamente aplica una selección cualitativa de calidad crediticia por parte de nuestros equipos de análisis. Puesto que desde el comienzo, prevemos mantener los bonos seleccionados hasta su vencimiento, el alfa se genera gestionando el riesgo de impago, no la volatilidad de los precios.

En términos más técnicos, la principal ventaja de nuestro enfoque cuantitativo es que hemos modificado el proceso de selección de activos y de construcción de la cartera de dos formas:

1. En nuestra estrategia B&H, la varianza no es una función de la volatilidad de precios, sino del riesgo de impago.

2. Ajustamos la rentabilidad a vencimiento de la cartera B&H, haciéndola más predecible para el inversor final, incorporando el riesgo de impago, los costes por vencimiento anticipado y los costes de cobertura de divisa.

Conclusión

En este entorno de mercado y ante la pérdida de las características que la renta fija venían aportando en las carteras de inversión, nuestra estrategia buy and hold puede cubrir estas necesidades, aportando descorrelación y atractiva rentabilidad-riesgo a través de una fuente de ingresos estables y predecibles.