Diseccionando el Amundi Funds Bond Global Aggregate, o cómo seguir ganando con la renta fija

CROSNIER_Laurent_01
Foto cedida

El 52% de los bonos soberanos europeos están cotizando por debajo del 1%. El 8% de toda la renta fija global de todas las duraciones y capitalización terminó 2014 con un rendimiento inferior al 2%. Se avecinan tiempos duros para los gestores de renta fija, entre ellos Laurent Crosnier, director de inversiones y consejero delegado de Amundi en Londres, así como gestor del fondo Amundi Funds Bond Global Aggregate.

La receta de Amundi para afrontar este entorno de tipos bajos es adoptar un acercamiento flexible y global a la renta fija a lo largo de todo el ciclo, adaptándose a todas las condiciones del mercado. Crosnier explica que, de esta forma, para generar mayor rentabilidad se ha optado por ensanchar el universo de inversión, invirtiendo en toda clase de activos de renta fija (incluyendo ABS) y divisas. El experto añade otra premisa para poder organizar la cartera de este fondo: “Si quieres gestionar global, tú mismo tienes que ser global”. Por ello, el equipo de renta fija global de Londres está formado por 22 gestores de nueve nacionalidades distintas y con conocimientos para poder comprar y vender deuda de todas las partes del mundo.

Las ideas de inversión se obtienen a partir de un proceso top down global macro y se organizan en torno a dos vectores: visiones estratégicas de largo plazo y posiciones tácticas de corto plazo. “Somos agnósticos en términos de clases de activos, podemos tener posiciones cortas sobre algunos de ellos”, declara el representante de Amundi. Además, para generar una rentabilidad superior a la del mercado, se mezclan algunas ideas sobre distintos activos. Por ejemplo, el gestor indica que “invertir en renta fija periférica puede ser positivo, pero estando cortos en euros para poder reducir el riesgo y la volatilidad”.

A continuación, el gestor detalla dos visiones que se están implementando actualmente en la cartera del Amundi Funds Global Aggregate, una estratégica y otra táctica. La estratégica tiene que ver con los bancos centrales: “Cuando la Reserva Federal suba los tipos, impactará a la renta fija. Por eso somos cautos con Estados Unidos y constructivos con Europa, donde estamos cortos en bonos alemanes y largos en la periferia”. En cuanto a la exposición táctica (cuyo horizonte temporal puede ser a tres meses vista, por ejemplo), Crosnier explica que se hace mucho arbitraje, con mucha selección de emisores y divisas y mezcla de estrategias long short. Esto le permite “obtener una diversificación por horizonte temporal”, en sus palabras.

El equipo de renta fija londinense también está actualmente constructivo con la renta fija emergente y con sus divisas. Crosnier detalla que encuentran que las divisas y los tipos a corto plazo de México, Turquía, Brasil e India están atractivamente valoradas. En la parte de riesgos, como expresión de los temores de que la economía china ralentice más su crecimiento, se han puesto cortos en divisas ligadas a materias primas, como son el dólar canadiense, el kiwi dólar (dólar neozelandés) y el aussie (dólar australiano).

El representante de Amundi muestra su preocupación por la guerra de divisas que se está gestando a nivel mundial: “Todos los países quieren bajar los tipos y luchar contra la deflación”. Advierte de que esta clase de políticas, mal ejecutadas, pueden tener un efecto inverso, y pone como ejemplo el caso suizo, donde el franco se ha apreciado un 35% desde que el BNS retirase el suelo contra el euro. “Suiza está importando deflación de forma masiva”, puntualiza Crosnier, que adelanta que “el suelo de la corona contra el euro puesto por el Banco de Dinamarca podría ser el siguiente en saltar, porque es insostenible” .

Otro país que le preocupa es China, por el rumbo que pueda tomar el renmimbi: a pesar de que sigue cotizando en una banda de precios controlada por las autoridades monetarias, China se ha embarcado en un proceso de internacionalización de la moneda. “Corea necesita una divisa más barata para conseguir más competitividad frente a Japón. China se mueve entre dos aguas, quieren relajar sus políticas monetarias pero no dañar la divisa, pues están dando cuotas de renmimbi a diferentes países para internacionalizar el renmimbi", observa el experto.

Con estas y otras ideas –por ejemplo rotar desde bonos europeos con grado de inversión a los estadounidenses, con preferencia por bonos del sector financiero- , Crosnier manifiesta que esperaba generar una rentabilidad en torno al 3,5%, pero que al llevarlas a la práctica ha conseguido rendimientos del 6%, generando un retorno absoluto anualizado del 11% desde el lanzamiento del fondo en 2007. El gestor hace una apreciación en este punto: “Es tan importante la rentabilidad como su calidad, que es el reflejo de una buena gestión”.