Después de dos años de expansión de múltiplos, ¿crecerán por fin los beneficios corporativos? Fidelity responde

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Foto cedida

Después de la fuerte expansión de múltiplos registrada desde la segunda mitad de 2012 y todo 2013, el consenso apuntó hacia una firme recuperación de los beneficios en 2014. Con el primer trimestre de 2015 a punto de acabar, esta situación aún no se ha producido en Europa, y así lo constata Jeff Hochman, director de análisis técnico de Fidelity Worldwide Investment: “Seguimos viendo un episodio de revisión al alza de las valoraciones que no viene acompañado de crecimientos del beneficio por acción (BPA)”. 

El experto profundiza en sus observaciones sobre la evolución de los beneficios empresariales: “El mercado lleva algún tiempo pronosticando el crecimiento del BPA, pero en realidad la revisión al alza de las valoraciones es la responsable de la mayor parte de la recuperación que desde hace 24 meses se desarrolla en casi todos los países aparte de Japón. Entonces, ¿cuándo comenzarán a crecer los beneficios?” A esto se le ha de añadir que las previsiones de beneficios corporativos para 2015 se están revisando a la baja en la mayoría de países: en la valoración trimestral de beneficios para este ejercicio, los únicos países en donde se detecta crecimiento son Irlanda, Japón y Singapur; en el caso de la nación del Sol Naciente, la revalorización se atribuye principalmente a la debilidad del yen y al funcionamiento de las Abenomics. “En EE.UU. podría haber una correlación entre los beneficios a 12 meses y el crecimiento del PIB real, lo que es un motivo de inquietud”, añade Hochman.

En base al estudio de la tendencia histórica, el director de análisis técnico recuerda que el descenso de la inflación se traduce en incrementos del PER. Teniendo en cuenta que en el entorno actual el crecimiento es bajo o inexistente, concluye que “las valoraciones podrían convertirse en otro obstáculo”. Especialmente si se tiene en cuenta que la renta variable mundial ya ha superado a la renta fija mundial por rentabilidad total. “La tendencia alcista de 2009-2014 sigue intacta y todavía no han aparecido señales de un techo cíclico, como sí se observó en 2007 y 2000, los puntos álgidos de los ciclos anteriores”, constata Hochman, no obstante.

De hecho, la renta variable mundial lleva tal carrerón que el experto observa que también está batiendo por rentabilidad a los REIT a 24 meses. Es un hecho más que notorio, puesto que a pesar del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, esta clase de fondos ha conseguido superar por rentabilidad al resto de clases de activos en los últimos 14 años (le siguen los bonos ligados a la inflación de EE.UU. y los bonos corporativos estadounidenses). Sin embargo, desde Fidelity indican que “en un intervalo más corto, desde enero de 2013, la renta variable mundial ha sido el mejor activo, seguida de los fondos inmobiliarios cotizados, que han perdido terreno recientemente”. En el mismo periodo, los bonos corporativos estadounidenses y la deuda high yield del mismo país han registrado rentabilidades positivas, aunque inferiores. 

Europa vs EE.UU.

Hochman observa que “Europa parece haber entrado en una nueva fase en la que se beneficia del programa de relajación cuantitativa de 60.000 millones de euros mensuales del BCE, de la debilidad del euro y del abaratamiento del crudo”. A esto se le debe añadir la baja inflación y el impulso a las exportaciones como consecuencia del abaratamiento de la moneda única. “Sin embargo, la demanda sigue siendo frágil y la deflación no ha dejado de ser una amenaza importante”, añade el experto.

Para Hochman, el gran contribuyente a la recuperación en Europa va a ser el programa de compras del BCE, ya que “dará un impulso considerable a la liquidez y, en general, a los precios de los activos”. El otro gran impulso a las acciones va a venir de la rotación de activos, pero no precisamente desde la renta fija: “Ya hemos visto pruebas de que la renta variable europea (junto con la japonesa) está captando capitales a expensas de los fondos de renta variable estadounidense. Sin embargo, se calcula que todavía hay entre 4 y 5 billones de dólares aparcados en activos monetarios en Europa consiguiendo unos intereses mínimos. Esto significa una cantidad considerable de capital que busca inversiones atractivas con las valoraciones adecuadas”.

El experto admite que “las bolsas europeas podrían estar ligeramente sobrecompradas a corto plazo”, pero considera que la superación de los máximos de 2007 por parte del EuroStoxx 50 y del Dax 30 “son buenas noticias para la región”. Explica que esto se debe a que “la anterior correlación positiva del EuroStoxx con el euro se ha tornado claramente negativa, ya que el marco de inversión ha dejado atrás la supervivencia del propio euro para dar paso a una tendencia de renovación empresarial impulsada por la expansión de las exportaciones netas y la recuperación del BPA”. Dicho todo esto, el pronóstico de Hochman no es del todo positivo: “No creo que la recuperación que se produzca durante los próximos cinco meses vaya a igualar las ganancias del 30% de los últimos cinco meses”.

¿Qué pasa, en cambio, con las acciones estadounidenses? Hochman alerta del impacto de las políticas monetarias sobre la bolsa: “Las consecuencias de la fortaleza del dólar para las empresas exportadoras podrían agravarse cuando la Reserva Federal estadounidense finalmente suba sus tipos. Aunque el mercado alcista de los últimos siete años probablemente continúe, podríamos ver picos de volatilidad provocados por la política monetaria y el sentimiento inversor”.

De hecho, a partir de un estudio de ciclos anteriores de subidas de tipo, el  representante de Fidelity recuerda que las subidas de tipos de la Fed suelen detener temporalmente la tendencia al alza del mercado. Durante los últimos 13 ciclos de endurecimiento monetario en Estados Unidos se ha observado un patrón que, de repetirse vía subida de tipos en junio (como se ha interpretado a raíz del último discurso de Janet Yellen) “desencadenaría un movimiento lateral en el mercado y más volatilidad durante los primeros meses después de la subida”. Hochman recuerda no obstante que este hecho “es una situación temporal y que, de media, el mercado sigue ganando terreno en el siguiente periodo completo de doce meses”.