¿Debe preocuparse el inversor de renta variable por la caída del precio del petróleo?

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El petróleo está en el centro de todos los análisis macroeconómicos. La fuerte corrección que está experimentando el precio del barril ha generado una gran inquietud en los mercados financieros, pero… ¿debe asustar esta brusca caída a los inversores de renta variable? En J.P.Morgan AM han estudiado las nueve ocasiones anteriores en las que el precio de la materia prima ha caído más de un 35%, con el objetivo de analizar cuál ha sido la respuesta del mercado en cada caso. La conclusión es muy interesante. “Cuando la caída del petróleo ha sido motivada por un aumento de la producción, los mercados han respondido bien. Cuando esa corrección se ha debido a una reducción de la demanda, lo han hecho mal”, explica Manuel Arroyo, director de Estrategia para Iberia de la entidad.

En el tradicional desayuno trimestral con prensa organizado por la gestora en Madrid, Arroyo recuerda que un petróleo abaratándose no es sinónimo de debilidad económica de igual forma que, en 2008, un barril a 140 dólares no era sinónimo de fortaleza. En este caso, el experto asegura que el desplome registrado por la materia prima responde al desajuste entre la oferta y la demanda, un desajuste que es pequeño y que en la entidad estiman que se corregirá pronto, lo que les conduce a pensar que el precio de la materia prima “se va a recuperar relativamente pronto. El precio está cerca de tocar suelo”. Más allá de cuándo lo haga, el experto pone el acento en los efectos positivos que un barril en los niveles actuales tiene sobre las economías desarrolladas.

Una de las regiones que se verán más beneficiadas será Europa, donde “el principal problema es la falta de crecimiento y existe una gran divergencia entre el comportamineto de las distintas economías, con Alemania en el lado positivo o Italia en el negativo. La buena noticia es que, según Arroyo, estamos asistiendo a una reactivación del mercado de crédito, algo importante teniendo en cuenta que “la correlación entre la evolución del PIB y la demanda de crédito es muy alta”. Según el experto, a esto hay que añadir el positivo efecto que tendrá sobre las exportaciones la depreciación del euro, que los expertos de la entidad sitúan a doce meses en torno a 1,10 en su cambio con el dólar.

Con todo, las previsiones indican que el crecimiento económico de Europa en 2015 estará en torno al 1%, nivel por debajo de la capacidad instalada, y con la amenaza de la deflación pesando sobre su economía, Arroyo cree que el BCE no tendrá más remedio que actuar. Es la segunda gran gestora que afirma abiertamente esperar un movimiento de este tipo. Fidelity auguró lo mismo la semana pasada. “Mario Draghi va a anunciar esta semana un programa de compra de deuda. Sería una sorpresa para los mercados que no lo hiciera. Es un programa necesario que va a ser bueno para su economía y su mercado. El tamaño del programa debería rondar los 500.000 millones de euros. Lo importante es el impacto que va a tener en el mercado de renta fija, que creemos que va a ser limitado. El mayor impacto lo veremos sobre todo vía depreciación del euro”, explica Arroyo.

Un 2015 de continuidad a lo visto en 2014

En J.P.Morgan AM esperan que este año sea una continuación de las tendencias registradas en 2014, con un avance del PIB global del orden del 3% (destacando EE.UU. con un crecimiento esperado del 3% para 2015 y las economías emergentes sumidas en problemas, aunque habrá divergencias por países), con políticas monetarias acomodaticias por parte de los bancos centrales a pesar de que en la entidad esperen subidas de tipos por parte de la Fed (que consideran serán paulatinas y empezarán con casi toda probabilidad en junio) y un ajuste fiscal que será “una fracción a lo que fue en años posteriores a la crisis”, lo que añadido a la caída del precio del petróleo dará más espacio para el consumo.

Tal vez lo más significativo sean las expectativas de inflación. “A nivel global este año marcaremos un mínimo histórico de inflación en un entorno de expansión económica”. En la entidad consideran que este entorno sigue empujando a los inversores a los activos de riesgo, “si bien creemos que las rentabilidades en 2015 serán inferiores a las del año anterior y se producirán con un mayor nivel de volatilidad”, asegura Arroyo. Recuerda, a este respecto, que 2014 fue el sexto año consecutivo de mercado alcista en renta variable, con un S&P 500 que ya acumula seis años consecutivos de rentabilidad positiva y ha roto barreras psicológicas. “Apostamos por la renta variable de mercados desarrollados, estando largos en EE.UU, Europa y Japón y cortos en mercados emergentes, aunque aquí habrá divergencia y hay que estudiar caso por caso”. Una de sus principales apuestas en emergentes es China.

La incógnita en los emergentes, el impacto que tendrá la subida de tipos de la Fed

Arroyo cree que la gran incógnita en los emergentes es saber cómo reaccionarán estos mercados a las subidas de tipos de la Fed y a la apreciación del dólar, que a su juicio tendrá su continuidad en 2015 dado que los ciclos suelen ser largos y su cotización continúa en niveles por debajo de su media histórica desde 1973. “En el pasado lo han hecho mal. En 1994 la subida de tipos afectó de manera negativa a los mercados emergentes, pero a partir de entonces lo han ido asumiendo cada vez mejor. Quizás en esta ocasión una subida de las tasas en EE.UU no sea tan perjudicial para los emergentes, aunque las probabilidades de que tenga un impacto significativo son elevadas dado que los diferenciales se han estrechado y las tires bajado. En el caso de la deuda soberana de mercados emergentes, una subida de los tipos del 1% eliminarían toda la rentabilidad vía cupón”.

En términos generales, en J.P.Morgan AM entienden que en renta fija existen factores técnicos que siguen apoyando al mercado de bonos, entre ellos la gran demanda que existe por esta clase de activo. “La demanda será de 2,6 billones de dólares, mientras que la oferta por los bonos gubernamentales rondará los dos billones. Esto va a mantener los tramos largos de la curva ancladas, lo que no quiere decir que vayan a subir los tramos cortos y se produzca un aplanamiento de la curva”. En lo que respecta al mercado de deuda de alto rendimiento, en la gestora ven más oportunidades en el high yield estadounidense, donde la mayor volatilidad y la caída registrada en los últimos meses han descubierto oportunidades de inversión.