¿Cuáles son los riesgos que genera el Brexit en las carteras de los fondos?

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Mukumbura, Flickr, Creative Commons

La posible salida de Reino Unido de la Unión Europea es un factor que está generando una gran inquietud en los mercados. Independientemente de que el primer ministro británico, David Cameron, alcance entre hoy y mañana un acuerdo en Bruselas con el resto de los socios comunitarios, habrá referéndum. Y las encuestas apuntan que los partidarios de abandonar Europa y de quedarse se reparten prácticamente al 50%, con un alto porcentaje de indecisos. Según explica Paul O'Connor, co-responsable del área de multiactivos en Henderson, las encuestas telefónicas sitúan las posturas de permanencia y salida de la Unión en un 60%-40%, respectivamente (sin tener en cuenta a los votantes indecisos), mientras que las encuestas online arrojan un 50%-50% aproximadamente. La totalidad de los principales sondeos de opinión muestran que la intención de voto favorable a la permanencia en la Unión ha disminuido desde el verano pasado, y algunos de ellos ya dan por ganadora la salida de la UE (ver tabla). En el mercado toda esta incertidumbre tiene un precio.

“El referéndum es probable que tenga un peso claro sobre el mercado británico durante los próximos meses”, afirma Mike Amey, gestora de PIMCO. Algunos de los efectos podrían haberse empezado a producir ya, por ejemplo sobre la libra, que desde noviembre ha experimentado la mayor depreciación de todas las divisas que integran el G-10. “La depreciación frente al dólar fue la más dura desde la crisis financiera de 2008. La dirección que ha tomado no es ninguna sorpresa teniendo en cuenta los desequilibrios de los datos macro británicos, pero el grado de corrección ha sido superior al esperado”, indican Keith Wade, economista jefe de Schroders y Azad Zangana, economista europeo. Según explican, esto se ha debido a la caída de las expectativas sobre subidas de tipos en Reino Unido, pero también al riesgo de Brexit, que cada vez centra más las preocupaciones. “Si los riesgos siguen aumentando hay margen para asistir a una mayor depreciación de la libra”, señalan los expertos. “Las inversiones pospuestas o canceladas podrían menoscabar el crecimiento y presionar a la libra”, afirma Michael Clements, gestor de SYZ AM.

¿Qué pasaría en caso de la victoria del sí y qué ocurriría si ganase el no? “Un resultado favorable a la salida de la UE podría suponer que los inversores estuvieran menos dispuestos a financiar el gran déficit por cuenta corriente del Reino Unido, lo que haría peligrar su reciente estabilidad económica. Ese golpe podría ocasionar una reacción adversa en cadena, con una fuerte caída de la libra esterlina, un deterioro de la trayectoria de crecimiento del PIB y un posible aumento del riesgo nacional, entre otras consecuencias fundamentales”, indica Clements. Sin embargo, la clave podría estar en cómo de amistosa sería la ruptura. “Una separación de mutuo acuerdo, acompañada de negociaciones tranquilas, haría que el impacto macro fuese suave. Un divorcio desagradable prolongaría el impacto en el mercado, con una presión obvia sobre la libra y las grandes empresas británicas con actividad importante en Europa”, señalan desde PIMCO. Por el contrario, la permanencia en la UE estabilizaría la libra, haría mejorar la confianza empresarial y daría pie a que prosiga el crecimiento económico.

Pero, lo que la mayoría de los inversores quieren saber es cuáles son los riesgos que genera el Brexit en la cartera de un fondo de inversión. Clements, gestor del Oyster European Opportunities y del Oyster European Selection, ha elaborado un análisis sobre los riesgos que aprecia.

1) Riesgo de cambio de divisa dentro de la cartera

“Aunque la salida del Reino Unido parece poco probable, la incertidumbre pueden intranquilizar a los inversores. Dicha incertidumbre ya podría haber ejercido influencia en el Banco de Inglaterra, dado el tono suave de su reciente discurso. En comparación con hace tres meses, la curva de rendimientos se ha aplanado considerablemente, al tiempo que la subida de tipos se aplazará hasta 2017. Ello ha causado una aceleración del debilitamiento de la libra esterlina en enero, lo que tiene un impacto claro en el tipo de cambio”, afirma. Los fondos monetarios en libras han sufrido un fuerte castigo precisamente por la debilidad de la libra.

2) El riesgo de ingresos empresariales

En este punto, Clements ve tres tipos de empresas que podrían correr diversa suerte según el resultado.

A) Empresas con domicilio y principal fuente de ingresos en Reino Unido. En caso de Brexit, estas empresas se verán afectadas por un desplome de la confianza empresarial, que causaría una mayor caída del crecimiento, un menor poder adquisitivo del consumidor británico y el endurecimiento de las condiciones de financiación. La banca británica es sensible al ciclo económico y cabe presumir que se vería castigada al igual que los demás valores cíclicos. Un encarecimiento de los bienes a la venta debido a la depreciación de la libra también afectaría al sector minorista británico, cuyas cadenas de aprovisionamiento son internacionales por definición, explica el gestor.

B) Empresas con domicilio en Reino Unido y principal fuente de ingresos en el extranjero. Inicialmente, es posible que se vieran afectados por la pérdida de confianza. Sin embargo, la depreciación de la libra que un Brexit podría causar incentivaría los ingresos en divisa extranjera, por lo que una desaceleración del crecimiento les perjudicaría menos que a valores más dependientes del negocio doméstico. El gran riesgo a la baja sería una pérdida de competitividad. Si Reino Unido permanece en la UE habría un marco normativo más propicio para los negocios. Sería un incentivo para los perceptores de ingresos transfronterizos, indica Clements.

C) Empresas con domicilio en la zona euro e ingresos procedentes de Reino Unido. En caso de Brexit, dichas empresas podrían sufrir un menor crecimiento del PIB y un efecto negativo de cambio de los ingresos en libras en su conversión a euros. Si tienen oficinas en Reino Unido, ahorrarán costes, pero si los ingresos procedentes del Reino Unido son superiores a ellos, el resultado neto será negativo, señala el experto.