¿Cuáles son los obstáculos para que el inversor minorista entre en fondos?

El fondo de inversión es el mejor invento financiero que existe”, aseguró Juan Palacios, profesor del IESE y autor del libro “Finanzas Personales”, en la jornada de debate organizada por BME bajo el título “Confianza, formación y asesoramiento financiero. ¿Hacia dónde avanzamos?”. En una mesa de debate que versaba sobre la actitud del inversor, Palacios afirmó que, aunque es un buen invento no funciona por dos razones: los errores de gestión que hacen que las carteras no estén bien diversificadas y los altos costes.

 

“La mitad de los fondos cobra la máxima comisión permitida –del 2,25% en renta variable-, lo que, sumado a los costes de custodia y otros servicios de negociación, encarece mucho el producto”, comenta. Esa carestía, en algunos casos la falta de transparencia, es precisamente uno de los motivos que hace a los inversores minoristas reacios a entrar en fondos. “A veces me gustaría saber realmente cuánto cuesta realmente invertir en los fondos de inversión”, criticó Palacios, haciendo un llamamiento a una mayor transparencia.

 

Otro problema es la especulación, “el mayor enemigos de nuestra inversión”, según Palacios, que aumenta la volatilidad de los mercados y provoca dudas y miedo en los inversores, que optan por las inversiones inmobiliarias y la apertura de cuentas corrientes o depósitos. “Ni una ni otra han sido buenas inversiones en los últimos años pero los inversores quieren evitar el riesgo bursátil”, dijo el experto, a pesar de que el riesgo y las bajas rentabilidades también se han puesto de manifiesto en los productos bancarios y en los activos inmobiliarios. “Históricamente la banca ha captado el ahorro –cuando la bolsa tenía una actividad residual- y lo ha mantenido; pero los depósitos no están exentos de riesgos y sus retornos son mejorables”, apostilló.

 

Para Rafael Rubio, periodista y director de la revista Inversión, una de las razones por las que no se invierte en fondos es “el sentimiento de desprecio hacia el ahorro en España” –que favorece al consumo- y también la desprotección del inversor ante problemas con las entidades. En opinión de José María Lamamié de Clairac, director del Departamento de Instituciones Financieras del Banco de España, “el dinero se ahorra más como colchón que como inversión, para poder disponer de él en cualquier momento”.

 

Como soluciones, los expertos señalaron la sencillez de los productos (que no exija conocimientos dignos de un experto por parte del inversor), una buena formación y también una regulación que evite y solucione problemas.