¿Cuál podría ser la tasa de inflación de las naciones del G-7 a corto plazo?

Es probable que las 'buenas noticias' sobre la inflación estén llegando a su fin. La inflación anual de los precios al consumidor en los países del G-7 cayó desde los máximos del 3,1% alcanzados en septiembre de 2011 al 1,4% de julio de 2012, pero seguramente experimentará un rebote durante 2013, a medida que los aumentos en los costos de la energía y los alimentos se filtren en la cadena de precios. Incluso suponiendo que los precios de las commodities no sigan aumentando, la tasa de inflación total del G-7 podría revertirse a un 2% aproximadamente a comienzos del próximo año.

La fortaleza de los precios de los productos básicos es la causa inmediata de la recuperación de la inflación prevista, si bien el factor impulsor fundamental es la tendencia alcista monetaria global. La regla práctica monetarista, basada en el trabajo empírico de Friedman y Schwarz, es que la oferta de dinero lidera los precios aproximadamente dos años. Una medida suavizada del crecimiento del dinero (circulante) en el G-7 cayó entre el otoño de 2009 y el verano de 2010, anticipando una bajada en la inflación entre el otoño de 2011 y el verano de 2012. Sin embargo, la medida de dinero subió fuertemente a fines de 2010 y 2011, lo que sugiere que la inflación rebotará a fines de 2012 y tendrá una tendencia alcista durante 2013.

La recuperación en la medida de dinero del G-7 desde 2010 refleja en parte un crecimiento monetario en los EE.UU. resultante de la operación QE2 de la Reserva Federal. Recientemente, el crecimiento monetario de EE.UU. se ha ralentizado, pero se está produciendo una recuperación compensatoria en la eurozona, mientras la Reserva Federal flexibiliza sus políticas nuevamente. Por lo tanto, es probable que la medida monetaria atenuada continúe aumentando durante 2012, lo que a su vez sugiere que la tendencia alcista de la inflación se sostendrá durante 2014. La medida ya se encuentra por encima del máximo anterior que alcanzó en 2009 y, en consonancia, la inflación del G-7 superará en 2013 los niveles de septiembre de 2011.

¿Podría el impulso inflacionario del G-7 verse compensado por la deflación de las economías emergentes? Los deflacionistas sostienen que un aterrizaje forzoso en China revertirá la reciente recuperación de los precios de los commodities. Sin embargo, las tendencias monetarias chinas han mejorado desde mediados de año, lo que apunta a que la economía recuperará su impulso cerca de fines de 2012 y reactivará la demanda de recursos.

Las perspectivas de deterioro de la inflación se extienden al Reino Unido y prometen abochornar aún más a los que no alcanzaron las metas del Banco de Inglaterra. La inflación anual de los precios al consumidor podrían caer aún más a un nivel deprimido de aproximadamente el 0,25% este otoño antes de rebotar a un 3% o o más a comienzos de 2013. El aumento proyectado contempla los aumentos en las tarifas de energía domiciliaria, los costos de combustibles para automóviles, los precios de algunos alimentos y matrículas universitarias, y supone que la inflación subyacente se mantendrá en el mismo nivel. Esto arroja sombras sobre las esperanzas de una nueva extensión del QE en noviembre.

El enfoque de proyección inflacionaria monetarista ha tenido un éxito notable en los últimos años y, sin embargo, no es tenido en cuenta en absoluto a los que se adhieren a la fallida “brechología” keynesiana y su conveniente implicación de que los bancos centrales deben continuar inyectando liquidez en los mercados financiando los déficits de gobiernos fiscalmente irresponsables.