Crecimiento débil y políticas expansivas enmarcan a los mercados de la región EMEA

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Los profesionales de la inversión en la región EMEA son más pesimistas que sus pares en las Américas y Asia-Pacífico sobre las perspectivas de crecimiento económico en sus mercados, de acuerdo con la Encuesta Global de Sentimiento de Mercado de CFA Institute 2015.

En Alemania -la mayor economía de la zona EMEA-, los miembros de CFA Institute predicen el crecimiento para su mercado local en sólo el 1,2%. Son igualmente pesimistas para otros mercados europeos, con predicciones de crecimiento del 1,0% en los Países Bajos, el 0,9% en Suiza y sólo el 0,5% en Francia, la segunda economía de la eurozona. La ola de pesimismo se extiende incluso al Reino Unido, uno de los mercados que ha experimentado más rápido crecimiento en 2014 con un incremento del PIB del 2,6%. Los  profesionales CFA predicen un crecimiento del 1,8% para este año, inferior a la tendencia observada para el Reino Unido.

Estas perspectivas de bajo crecimiento marcan un cambio en el sentimiento desde el inicio de 2014. Desde mediados del año pasado, la región EMEA ha sido golpeada por la geopolítica, con conflictos en Ucrania y Oriente Medio, una fuerte caída del petróleo y otros precios energéticos, el brote de ébola en África occidental, el colapso en el rublo ruso y una pendiente deflacionaria en la zona euro. Todo ello coincidiendo con la paralización del QE de la Fed, que estaba prestando apoyo a los precios de los activos globales.

Es por ello que los profesionales CFA ven en el final de las políticas de expansión cuantitativa de los bancos centrales, y el posible impacto sobre los precios de la energía de los disturbios en Ucrania y el Medio Oriente, como los factores con un mayor potencial de impacto negativo sobre los mercados.

Con el 2015 ya en velocidad de crucero, el malestar económico sigue prevaleciendo sobre los mercados. El mes de enero estuvo marcado por una caída en picado del valor del franco suizo después de la eliminación de su paridad frente al euro, y la victoria electoral del izquierdista partido Syriza en Grecia, que alcanzó el poder tras una campaña electoral marcada por su propuesta para renegociar los términos del rescate de Grecia con los acreedores internacionales. En este contexto, el BCE ha puesto en marcha su propio programa de QE para combatir la deflación, que ha proporcionado un impulso a los precios de los activos. Uno de los asuntos clave a seguir en 2015 es si el QE del BCE ofrecerá estímulo suficiente para proteger del estancamiento económico. En última instancia, esta iniciativa puede ser el factor más importante para determinar si las predicciones realizadas por los profesionales de la inversión CFA se hacen realidad.

Falta de cultura ética en las empresas financieras

Si volvemos la mirada hacia aspectos como la integridad del mercado, la falta de cultura ética en las empresas financieras es el factor que más contribuye a la falta de confianza en el sector financiero para el 67% de los encuestados, por encima del 61% en 2014.

Para mejorar la confianza y seguridad de los inversores citan la necesidad de mejorar y alcanzar un equilibrio de la compensación ligada a los objetivos de los inversores, opinión compartida por los profesionales CFA de la zona EMEA. Solo Sudáfrica fue una excepción, sus miembros identificaron la política de tolerancia cero de la alta dirección con la falta de ética como el factor más importante para restaurar la confianza de los inversores.

Para mejorar la confianza y la integridad de los mercados, coinciden los encuestados en la necesidad de mejorar la aplicación de las leyes y reglamentos existentes, así como las mejores prácticas de gobierno corporativo en 2015. De hecho, estas opiniones fueron compartidas en la mayoría de los mercados analizados a nivel mundial.

El sentimiento sobre cuestiones regulatorias puede reflejar la visión de los profesionales de la inversión sobre la importancia de las reformas radicales que han afectado a los mercados financieros en los años transcurridos desde la crisis financiera, y la ejecución y supervisión de las normas que han sido promulgadas desde entonces. Tras la llegada del nuevo equipo de comisarios a la Comisión (órgano ejecutivo de la Unión Europea), que inició su mandato en noviembre de 2014, parecería ahora un momento oportuno para reflexionar sobre la legislación aprobada y centrar la atención en su aplicación, antes de considerar el desarrollo de nuevas regulaciones.

Mirando hacia el futuro cercano, este año 2015 en el que nos encontramos se está perfilando como crucial para la región EMEA. La intersección de un crecimiento débil y de las políticas expansivas de los bancos centrales va a perfilar los resultados de los mercados en la región.