Consumo emergente, tendencia estructural de futuro

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Fotero, Flickr Creative Commons

Hay una idea de inversión abriéndose camino entre las gestoras de fondos: empresas que fabrican productos de consumo accesibles para las poblaciones de países en vías de desarrollo, una tendencia que ha llegado para quedarse durante años, informa Expansión. Mickael Tricot, director adjunto de renta variable de mercados emergentes en Amundi, identifica cuatro factores fundamentales que van a sustentar esta tendencia durante los próximos años. El primero, las bajas tasas de penetración de producto y necesidad de inversiones elevadas. “Los nuevos consumidores tienen el apetito de comprar más cosas, en parte por la baja tasa de equipamiento de los hogares en electrodomésticos o coches, por ejemplo”, explica Tricot. 

El segundo factor es la baja penetración del crédito y la elevada tasa de ahorros. “La habilidad para prestar es un motor clave que puede ayudar a seguir siendo robusto el crecimiento del consumo en las economías emergentes”, señala Tricot, que también supervisa el fondo Amundi Funds Equity Emerging Internal Demand. El tercer factor, ligado con el anterior, es un “sector bancario sano, por lo que los bancos tienen la habilidad para expandir el crédito a las familias”. El cuarto factor viene de la demografía: “La población activa está creciendo, así que tienen más poder de compra en comparación con las economías desarrolladas, donde el número creciente de jubilados está medido por las pensiones, cuyo valor real está decreciendo por los impuestos y la inflación persistente”, completa el experto.

Sasha Evers, director general para Iberia de BNY Mellon IM, añade los bajos niveles de deuda sobre PIB de estos países, que cuentan con tipos de interés a la baja, convergiendo lentamente con los de países desarrollados, y el cambio consciente de modelo económico de algunos países con China a la cabeza, de una economía puramente exportadora a otra basada en el consumo doméstico. BNY Mellon canaliza esta idea a través de dos fondos: el BNY Mellon Asian Equity Fund y el BNY Mellon Brazil Equity

Otro fondo que emplea esta estrategia es el fondo de Nordea, Nordea 1- Emerging Consumer Fund, que combina inversiones locales y globales en compañías que sepan capturar esta clase emergente de consumidores. El pasado 3 de noviembre cumplió cinco años, alcanzando su objetivo de batir al índice MSCI World con una volatilidad similar, así como mostrar un comportamiento similar al MSCI Emerging Markets con una volatilidad inferior.  Su gestor, Leon Svejgaard Pedersen, ha declarado que “a pesar de la alta rentabilidad de buena parte de las acciones dentro del universo de los consumidores emergentes, todavía vemos valoraciones muy atractivas, en especial en las empresas más cíclicas, así como en aquellas con exposición a China”. “En algunos casos, las valoraciones son tan atractivas como cuando lanzamos el fondo a finales de 2008”, añade Lotte Eriksen, otro de los gestores de este fondo de Nordea.

UBS Global AM implementa estas estrategias por su parte a través de dos vehículos diferentes: el UBS Asian Consumption, que invierte en empresas locales con exposición al consumo doméstico, y el UBS Western Winners, que invierte en multinacionales con exposición a estos mercados. Las inversiones del primero se centran en los sectores del lujo, automoción, la cadena de valor agrícola y alimentos precocinados, buscando compañías infravaloradas, mientras que el segundo busca compañías occidentales presentes en estas áreas (de media, el 42% de los ingresos de las compañías en carteras vienen de naciones emergentes) aprovechando que ofrecen un estilo de gestión más eficiente, de mayor calidad y con menor volatilidad. 

Los cambios sociales que están viviendo las naciones emergentes son observados con lupa por las gestoras: “Hay un rápido crecimiento de la clase media en mercados emergentes, deseosos de adoptar el estilo de vida occidental” subraya Caroline Reyl, gestora del fondo Pictet Premium Brands. Reyl aporta una serie de interesantes datos: el 45% del gasto en artículos de lujo en 2012 ya procedió de mercados emergentes, frente a 15% en 1999. La previsión del mercado es que alcance el 60% para 2020, “especialmente en países BRIC”. La gestora especifica que “sólo los consumidores chinos pueden llegar a sumar 46% de compras bienes de lujo global para 2025, frente a 2% en 2000”… y eso que en China sólo hay 0,3 tiendas de artículos de lujo por el millón de habitantes, frente a 2 en Estados Unidos y 2,3 en Japón. 

Otra observación interesante de Reyl es que “además, el 38% de los bienes de lujo se compran mientras se viaja, y China se convertirá para 2015 en el primer país por turistas, 100 millones”. De hecho, la experta afirma que “el consumidor chino gasta más per cápita en lujo que cualquier otra nacionalidad”. La gestora de Pictet AM también se fija en otros cambios sociales que también influyen en el acceso a productos premium: “El consumo de marcas de gama alta se ve alimentado por el crecimiento y envejecimiento de la población, pues los mayores de 50 años son más ricos y orientados al ocio. Adicionalmente las mujeres se casan más tarde, tienen acceso a carreras universitarias y menos hijos y son más propensas a moda y marcas. Ya  hay menos niños en Asia en comparación con Europa y Estados Unidos”. 

Entre los que se encargan de descubrir estas oportunidades para Invesco AM está William Yuen, gestor del Invesco Asia Consumer Demand Fund. “El consumo asiático está siendo cada vez más fluido: los ciudadanos cada vez demandan más. Sus preferencias y hábitos en el gasto están cambiando rápido, por lo que las empresas con más éxito serán aquellas que mejor se adapten y sepan predecir esos cambios”, afirmaba el gestor en una reciente presentación celebrada en Madrid.

En su opinión, las empresas de consumo son las más atractivas. Las más ligadas al ciclo económico ofrecen valoraciones que considera interesantes, mientras que las de bienes de consumo, al contrario que los países desarrollados, presentan tasas de crecimiento muy fuertes. Sobrepondera las empresas de automoción, alimentación y seguros y, por países, su gran apuesta es China, mercado al que le da un peso en el fondo del 31%, frente al 25% del índice.

Raymon Ma, gestor del FF China Consumer Fund, de Fidelity, se centra en las últimas reformas del Gobierno de Xi Jinping: "Las reformas en China ponen de manifiesto una gran voluntad política de redefinir las relaciones entre el estado y los mercados con vistas a crear una economía unificada, abierta y competitiva. Al permitir a los mercados desempeñar un papel 'decisivo' en la asignación de los recursos, se sientan las bases para una mayor importancia de los segmentos privados. Se hará más hincapié en cambiar la distribución de la renta y el sistema de seguridad social”.

Ma asevera que “todo ello debería ayudar a estimular el consumo interno y los sectores relacionados deberían salir beneficiados”. En base a estas afirmaciones, el gestor refuerza su apuesta por lo que denomina “los sectores de la Nueva China (consumo discrecional y básico, tecnología de la información, seguros y salud), que están formados sobre todo por empresas privadas y de los que se espera que registren fuertes crecimientos en los próximos años”.