Confianza en el mercado asiático

Hay que ver cómo pueden cambiar las cosas en solamente un año. Hace 12 meses a los inversores no les interesaba escuchar hablar de Asia; ahora son muchos los que se han encontrado con unas ganancias considerables gracias a la bolsa asiática. El índice MSCI Asia Pacific ex Japan se ha duplicado desde su punto más bajo en Marzo de 2009 y ahora los especuladores empiezan a preguntarse si esta tendencia positiva puede continuar.

Antes de responder a esa pregunta, es importante ubicar al rally asiático dentro del contexto correcto. El año pasado había valores a precio de saldo a medida que los inversores se preocupaban más y más por el frágil estado de la economía global. La aversión al riesgo era vital y los precios de muchas acciones variaban sin que hubiese cambios fundamentales en la empresa – lo cual generó un escenario perfecto para stockpickers (selectores de compañías) con una perspectiva a largo plazo.

Ahora sabemos que nuestros mayores miedos sobre la economía no se materializaron. Los mercados asiáticos que crecen a un gran ritmo no siguieron la tendencia negativa de occidente. La presión afectó a los beneficios corporativos pero no hubo tanta presión como los inversores se temían. Por tanto, la bolsa asiática han protagonizado un rebote y ahora se valora a las empresas de una forma más sensata. Los fundamentales retoman su protagonismo a expensas de los sentimientos cortoplacistas del mercado y se han corregido muchas anomalías a la hora de evaluar compañías.

¿Eso es todo? ¿No hay nada más? Se puede debatir que se ha ganado “dinero fácil” – es dudoso que lo bolsa asiática se duplique otra vez en los próximos 12 meses – pero las buenas expectativas a largo plazo de la región se han mantenido intactas. Somos optimistas no tanto por los pronósticos de crecimiento económico sino porque hay oportunidades de inversión en renta variable.

La actitud de las empresas está cambiando. Los equipos de gestión son cada vez más conscientes de la necesidad de crear valor para los accionistas en vez de perseguir crecimiento a ciegas. El crecimiento no beneficia a los accionistas a menos que el crecimiento rinda beneficios – un concepto que muchas empresas asiáticas han ignorado en el pasado. El gobierno corporativo es clave porque ayuda a que haya una mejor rentabilidad corporativa, que a su vez ayuda a reflejarse en la cotización del valor. Asia esta “poniéndose al día” para mejorar sus estándares de gobierno corporativo y una mejora estructural en retornos corporativos le crearía mucho valor a los accionistas.

Estudiando la región, encontramos muchas empresas con sólidos modelos de negocio, equipos de gestión disciplinados y valoraciones atractivas en el mercado: Jardine Matheson (Holding de Hong Kong) Axiata (Telecomunicaciones de Malasia) y la tailandesa Kasikornbank por nombrar a unos cuantos. Creemos firmemente que la selección de valores "bottom-up" es la mejor forma para sacar partido a las ineficiencias del mercado y confiamos en que los inversores con paciencia serán recompensados a largo plazo.