Cómo pueden apoyarse las Afores en la tecnología para ser más eficientes y competitivas

Kamil Molendys, Unsplash

También de esta manera el régimen de inversión de las Afores se equipara al de sus homólogas en otros países como Chile, Colombia y Perú, donde las Administradoras de Fondos de Pensiones están familiarizadas con la inversión en fondos mutuos.

Es probable que con el paso del tiempo y una vez implementadas estas nuevas vías de inversión, se vayan ampliando las diferencias en los rendimientos de las Siefores y se reduzcan poco a poco las elevadas correlaciones actuales entre las mismas.

Este posible escenario enriquecerá el proceso de selección de las Siefores. Así los promotores van a requerir no sólo de capacitación especializada sino de herramientas de análisis y comparación, no sólo de los fondos de la Afore para la que trabajan sino de todos los de la competencia, así como de los activos objeto de inversión como son los ETFs o fondos mutuos.

Estos factores pueden aumentar la competencia entre las Afores. Competencia que crecerá en este año 2012 con la apertura de PensionISSSTE al mercado, con la comisión de administración más baja, y que permite que los trabajadores registrados en esta administradora puedan traspasar a otra y viceversa. A este hecho se le une la tendencia generalizada a la baja en las comisiones de las Afores. En este escenario estas se ven obligadas a ser más eficientes y competitivas.

La inversión en soluciones integrales de información del portafolio y de las cuentas mejora la calidad y servicio al ahorrador. Estas permiten al promotor generar automáticamente reportes del estado de cuenta y aportar más información avanzada, propuestas acordes al perfil de riesgo para captar cuentas nuevas, o incluso la venta cruzada de ciertos productos como seguros de vida o fondos de ahorro voluntario.

Las Afores que den un paso adelante y apuesten por soluciones tecnológicas de análisis de fondos, reportería y relación con los clientes dentro de su red de ventas, ganarán en eficiencia y competitividad.

Todos estos cambios normativos apuntan a una mayor competencia, mejores rendimientos y servicios de más calidad, que beneficiarán a los principales interesados: los trabajadores.