¿Cómo interpretar el último movimiento realizado por el Banco de Japón?

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Artemuestra, Flickr, Creative Commons

El Banco de Japón mantiene intacto el ritmo anual al que viene incrementando su base monetaria, pero modificará la composición de su programa de compra de activos para evitar una caída de los tipos de interés a largo plazo. Este cambio tiene como objetivo mantener el rendimiento del bono de deuda nipona a 10 años en torno al 0%, según explicó la autoridad monetaria nipona, que considera que el país ya no está en deflación. La respuesta inicial del mercado ha sido una depreciación del yen, un repunte de la bolsa japonesa y un incremento de los rendimientos de la deuda pública nipona. “Existía el riesgo de que al no recortar los tipos, el mercado interpretara que la decisión adoptada fuera poco acomodaticia, lo que impulsaría una importante revalorización del yen y un endurecimiento de las condiciones financieras”, explican desde Schroders. Sin embargo, en términos de su repercusión económica, en la gestora son escépticos en cuanto a la capacidad de que ésta marque una diferencia considerable.

“Acogemos de buen grado el firme compromiso, pero para que funcione, los inversores deben creer realmente que el Banco de Japón es capaz de hacer subir la inflación, algo en lo que hasta ahora ha fracasado. Esto no significa que vaya a fracasar en el futuro, sino sólo que deberá intervenir más y que esperaríamos un recorte de tipos en la próxima reunión del 1 de noviembre”, afirma. Según Mitul Patel, responsable de tipos de interés de Henderson, las decisiones adoptadas reflejan que, actualmente, la institución cree tener a su disposición tres ámbitos de actuación: los tipos de interés a un día, el tamaño de su balance y los rendimientos de la deuda pública a 10 años. “En la práctica, puesto que el Banco de Japón no puede influir en las tres variables, se podrían realizar concesiones. Si, por ejemplo, los rendimientos de los bonos a 10 años permanecen estables ante una reducción considerable de las compras de deuda pública nipona, podría resultar más complicado cumplir los objetivos de ampliación de su balance”.

En su opinión, el banco central ha dejado pasar la oportunidad de rebajar de nuevo sus tipos a terreno más negativo en esta tesitura, si bien pueden volver a poner esta alternativa sobre la mesa en el futuro. “Resulta complicado ver el anuncio realizado por el Banco de Japón como algo más que un mero ajuste al programa en curso y, sin poner en marcha ningún elemento radicalmente nuevo o atrevido, el objetivo de inflación del 2% sigue siendo más una meta que una probabilidad”, indica. La decisión de no añadir estímulos adicionales ha sorprendido a algunos. Prácticamente no había consenso sobre lo que se iba a determinar en la reunión y, sin embargo, de alguna forma el resultado sorprende. Para James Athey, gestor de Aberdeen, esta confusión de los mercados es razonable.

“El Banco de Japón ha reafirmado su objetivo de inflación y tratará de superarlo a pesar de que no haya conseguido alcanzar su actual objetivo de inflación y que parezca poco probable que lo pueda lograr. A esto se suma que tampoco ha anunciado nada que pueda ayudarle a conseguirlo o superarlo en el corto plazo. El banco ha dicho a los mercados que tiene una escalera de color y los mercados se están preguntando por la cara de póker de Kuroda”, asevera. En cualquier caso, lo anunciado no ha sido ninguna sorpresa. Takashi Maruyama, director de inversiones en Fidelity, cree que la iniciativa mejorará la sostenibilidad de la política monetaria. “Las nuevas medidas terminarán siendo mucho más efectivas”, afirma.

Desde la entidad explican que la decisión del Banco de Japón de mantener sin cambios los tipos de interés a corto plazo y elevar la curva de tipos es un hecho indudablemente positivo para el sector financiero, como los bancos y las aseguradoras. “La iniciativa del Banco de Japón tiene un efecto acumulativo que en es positivo. La decisión de elevar la curva de tipos ayudará a estabilizar el tipo de cambio dólar/yen, a menos que Estados Unidos acelere considerablemente el ritmo de sus subidas de tipos con respecto a lo que espera el consenso”, indica Kok Wei Yee, gestor del Fidelity Funds Japan Opportunities Fund. Sin embargo, el anuncio introduce un nuevo término al diccionario del mercado: control sobre la curva (yield curve control o YCC), lo que en esencia es la versión japonesa de la operación Twist de la Fed, tal y como considera Cosimo Marasciulo, gestor de renta fija de Pioneer Investments.