¿Cómo analizar el coste real de un fondo cotizado?

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Kenteegardin, Flickr, Creative Commons

La eficiencia en costes y la liquidez son aspectos críticos para los inversores a la hora de valorar las distintas opciones de inversión. Los ETF se utilizan cada vez más al ser vistos como productos mucho más eficientes en términos de costes. Esta tendencia es secular y particularmente evidente en el caso de cómo se están gestionando las grandes fortunas. Stuart E. Lucas, considerado en la actualidad como uno de los principales gurús y máximos expertos mundiales en gestión estratégica de grandes patrimonios privados, aseguraba en una reciente entrevista con Funds People que el control de costes es una de las grandes tendencias que se viene apreciando a nivel global.  "En un escenario de bajas rentabilidades, los costes se vuelven más importantes".

Warren Buffett, por su parte, aconsejaba a su mujer sobre cómo gestionar su patrimonio cuando él ya no estuviera. Su recomendación era muy clara: apostar por la gestión pasiva. En concreto, le animaba a invertir el 10% del efectivo que heredase en deuda de corta duración y el otro 90% en un ETF que replique el S&P 500. Buffett considera que estos productos, al cobrar unas comisiones más bajas, son más adecuados para los inversores no profesionales porque estos inversores no deberían centrarse tanto en la selección de valores ganadores sino en invertir en una cesta de acciones que puedan funcionar bien de forma agregada (leer más). Pero… ¿cómo analizar el coste real de un ETF? Esa es una de las grandes preguntas que más se hacen actualmente los inversores.

Según iShares, para calcular el coste de un ETF, los inversores deberían ir más allá del concepto de Comisión Total de gestión (TER) y aplicar un concepto que la plataforma de ETF de BlackRock denomina el Coste Total de posesión de un ETF (‘Total Cost of Ownership’ o TCO).

¿Qué costes deberían considerarse además del TER?

Tal y como explican, el coste principal de todos los ETF es la comisión de gestión total (TER), que cubre los gastos anuales en los que incurre el fondo. En el caso de los fondos domiciliados en Europa regulados por la normativa UCITS , el TER de un fondo incluye la comisión de gestión y otros costes soportados por la gestora, tales como los costes de administración, de custodia y de auditoría, y los gastos legales, de supervisión y de registro. La comisión de gestión anual es sólo un componente más del TER. “La cuantía del TER dependerá de la exposición del fondo, de su estructura y de la política de fijación de precios del proveedor del ETF. Normalmente, resulta más sencillo analizar los componentes del TCO de un ETF, desglosándolos en dos categorías: factores internos y externos”.

Factores internos…

Los factores internos incluyen los costes atribuibles al fondo y también los ingresos percibidos por el fondo: ambos deben ser sumados para un mismo período de tiempo. Según señalan desde iShares, estos factores internos afectan al tracking difference de un ETF con respecto al índice de referencia y normalmente incluyen el TER, los costes de rebalanceo y cualquier ingreso generado por el préstamo de valores. Pueden existir otros factores internos, dependiendo del estilo de gestión de la cartera del ETF y de su estructura. Entre estos factores se incluyen: la réplica del índice, el componente de efectivo del fondo y la fiscalidad.

“Es importante comparar los costes de rebalanceo, que constituyen un factor interno específico de los ETF de réplica física, con el coste del swap, que es un gasto específico de los ETFs que replican mediante el uso de derivados. El proveedor del fondo paga este diferencial a la contrapartida del swap en virtud del contrato ‘total return swap’. El importe de la comisión del swap depende de la exposición del fondo, del grado de sobrecolateralización y del acuerdo formalizado entre la contrapartida del swap y el proveedor del ETF”, indincan.

… y factores externos

Los factores externos son los costes soportados por el inversor deducidos en el momento de la compra y de la venta de un ETF e incluye los costes de negociación o de creación/rembolso además de los costes de intermediación y los impuestos. “Los costes de negociación quedan reflejados en las horquillas de precios de compra/venta cuando se compra un ETF en el mercado secundario (es decir, en una bolsa o en el mercado OTC). La amplitud de las horquillas de precios de compra/venta depende de muchos factores, tales como la oferta y la demanda, el tamaño del fondo, la liquidez de los títulos subyacentes y el número de market markers que cotizan el ETF y proporcionan liquidez al mismo”.

TER y Coste Total de Posesión

El TER se calcula a diario y se deduce del valor liquidativo diario del fondo. La rentabilidad total
del ETF se basa en el valor liquidativo y, por tanto, es neta de costes totales (TER). Los ingresos extraordinarios generados, en su caso, por el préstamo de valores, se acumulan a diario en el valor liquidativo de un fondo. En este sentido, en iShares explican que el coste total de posesión podrá calcularse sumando todos los costes de un ETF, tanto internos como externos, y restando todos los ingresos generados durante ese mismo período de tiempo.

Un ejemplo práctico para entenderlo

Dada la complejidad para comprender la teoría, iShares pone un ejemplo práctico. “Consideremos un ejemplo: el fondo iShares Euro Stoxx 50 UCITS ETF domiciliado en Irlanda que tiene un TER anual de 35 puntos básicos. Si calculamos el TCO del fondo observamos lo siguiente: durante el ejercicio de 2012, el diferencial de rentabilidad del fondo fue de +58 puntos básicos neto de TER. La rentabilidad registrada por el fondo superó a la del índice de referencia debido a dos factores principales: los ingresos generados por el préstamo de valores y las diferencias fiscales (de los tipos impositivos aplicados por el fondo y por el índice)”.

En lo que respecta a factores externos, la entidad indica que, en este ejemplo, se aprecia  que el diferencial medio de los últimos 12 meses de la horquilla de negociación es de 8,3 pbs. “El TCO correspondiente se calcula entonces como la diferencia entre +58 puntos básicos de exceso de rentabilidad del fondo y 8,3 puntos básicos correspondientes a los costes de negociación, resultando un importe igual a +49,7 puntos básicos, lo cual representa una ganancia para el cliente, aunque se han excluido los otros factores antes mencionados, tales como las comisiones de intermediación que varían de un inversor a otro. Este es un ejemplo para mostrar que considerar solamente el TER proporcionaría una indicación incorrecta del TCO”, aseguran.

¿Qué otros factores deberían ser tenidos en cuenta?

Según iShares, pueden existir otros factores internos, dependiendo del estilo de gestión de la cartera del ETF y de su estructura. Entre estos factores se incluye: la réplica del índice, el componente de efectivo del fondo y la fiscalidad. El estilo de gestión de la cartera del ETF, ya fuera réplica total u optimizada, influye sobre los ETF de réplica física, tal y como se ha indicado más arriba en este documento. “En general, se presupone que los fondos con valores subyacentes líquidos y accesibles consiguen replicar muy de cerca sus índices de referencia, mientras que los fondos con valores subyacentes menos líquidos probablemente vayan a incurrir en un mayor coste”.

Otro factor que podría afectar a la rentabilidad del fondo sería la tributación aplicada a los dividendos, siendo especialmente relevante cuando la fiscalidad aplicada al índice sea distinta de la aplicada al fondo. “Por ejemplo, algunos índices sólo están disponibles en términos de Rentabilidad Bruta Total, es decir sin considerar los impuestos sobre las distribuciones, mientras que el fondo será objeto de retenciones fiscales con respecto a las distribuciones de los títulos incluidos en la cartera subyacente. Asimismo, con frecuencia, existen diferencias entre los índices de Rentabilidad Neta Total y la fiscalidad real aplicada a una cartera en función del tratado fiscal existente entre los domicilios del ETF y de los títulos subyacentes”.

En resumen, en iShares consideran que valorar el coste de un ETF sólo en términos de TER puede inducir a error. El concepto TCO, por otro lado, proporciona una visión integral de los costes totales incurridos por un inversor.