¿Cómo afectará el programa de compra de deuda del BCE a los mercados emergentes?

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Remo. Flick. Creative Commons

El Banco Central Europeo inició el lunes su esperado programa de compra de deuda, a razón de 60.000 millones de euros al mes, que se mantendrá en vigor, al menos, hasta septiembre de 2016 o hasta que la inflación de la eurozona vuelva a situarse cerca del objetivo del 2%. Aunque todas las miradas están puestas ahora mismo en el Viejo Continente, la firma británica de análisis macroeconómico Lombard Street Research se ha planteado cuál será el efecto de este nuevo programa de expansión cuantitativa (QE) sobre los mercados emergentes en un momento en el que estos se enfrentan a la apreciación del dólar y a una potencial subida de los tipos de interés estadounidenses.

“Las políticas no convencionales de las economías desarrolladas se transmiten a los mercados emergentes por cinco canales: el tipo de cambio, el tipo de interés de referencia, los tipos de interés a largo plazo, los préstamos bancarios internacionales y los flujos de cartera,”, explica Shweta Singh, economista sénior en LSR y autor del informe. “El QE estadounidense se transmitió a los mercados emergentes por todos estos canales, aunque el impacto fue más pronunciado en el mercado de bonos”.

El experto cree que el QE europeo también seguirá estos canales, aunque con diferencias. “Para empezar, el QE europeo es la mitad que el de la Reserva Federal”, señala. Sin embargo, la principal diferencia estará en el papel de la banca. “A diferencia de Estados Unidos, el sistema financiero de la eurozona depende mucho más de la financiación bancaria que de los mercados de capitales. Ahora que el sector bancario está mejor capitalizado y que han desaparecido las restricciones de liquidez, es probable que los bancos europeos vuelvan a prestarle a los mercados emergentes”.

En su opinión, Europa emergente será la región más beneficiada, seguida de Latinoamérica y de Asia emergente, aunque los fundamentales macroeconómicos ganarán especial relevancia. Singh argumenta que los fundamentales de mercados emergentes son ahora más débiles que en la década de los 2000 y que un repunte de la demanda de crédito dentro de la eurozona podría llevar a los bancos europeos a ser mucho más selectivos en sus préstamos a mercados emergentes.

Tampoco está claro el impacto sobre los mercados de capitales. Aunque el QE europeo podría animar a las empresas de mercados emergentes a emitir deuda denominada en euros, en la segunda mitad de 2014 el 75% de los títulos corporativos de mercados emergentes emitidos en divisa extranjera estaba denominado en dólares, frente al 11% denominado en euros.

Donde sí podría tener una influencia más importante es en la exportación de deflación. “Muchos países de la eurozona compiten con exportadores de mercados emergentes con estructuras de exportación similares. China –que ha perdido mucha competitividad en los últimos años– es especialmente vulnerable a un aumento de la competencia y las consecuencias podrían ser enormes, y no solo para los mercados emergentes”, concluye Singh.