Cómo actuar frente al Brexit

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TRIBUNA de Simón Pérez, director de Panoramia y EIAF.

Ante la cercanía de referéndum que marcará si Gran Bretaña sigue perteneciendo a la eurozona, hemos de tomar las decisiones pertinentes sobre la renta variable europea y británica presente en nuestras carteras.

Las encuestas realizadas hasta la fecha apostaban por un Bremain, sin embargo, parece ser que, a día de hoy, la salida se hace más latente. Este cambio lejos de demostrarnos cuál de las dos cosas es más probable, pues al parecer ambas opciones lo son, nos hace reflexionar sobre los dos posibles escenarios que puede haber, como influirán en nuestras posiciones y que decisiones tomar.

En este escenario dual, en caso de que no haya Brexit, vemos posible una subida de alrededor de un 25% de la renta variable, a marcar como objetivo. En caso contrario, podríamos valorar la misma caída, sin embargo, debemos tener en cuenta que los mercados tienden a sobreactuar, como ya hemos visto en situaciones pasadas como el tsunami de Japón, donde las bolsas cayeron drásticamente las primeras 48 horas y luego aunque la situación siguiese empeorando los mercados se iban recuperando. Por tanto, podríamos entender que la salida de Gran Bretaña de Europa ya se lleva descontando desde que se anunció el referéndum, lo que deriva en que frente a una subida objetivo del 25% habría una caída del 15% y en caso de que la hubiera tendería a recuperarse a corto plazo mientras que la subida sería un hecho consolidado.

Además encontramos una divergencia entre el comportamiento de la libra esterlina y el FTSE. Mientras el principal índice de Reino Unido se mantiene más o menos estable, sin tener en cuenta la volatilidad particular de cada momento, el par euro/libra esterlina sigue una tendencia alcista fomentada por la debilidad de la libra, a causa principalmente, del Brexit:

EUR/GBP

grafico1

FTSE 100

    grafico2

Como conclusión, opinamos que el Brexit está ya descontado, por lo que, frente a una pérdida del 15% que corregirá a corto-medio plazo, esperamos una subida consolidada de un 25% en la renta variable y una aún más pronunciada en la divisa. Por lo que, mantendríamos renta variable europea e inglesa en cartera, entraríamos si no tuviéramos y apostaríamos para perfiles algo más arriesgados, debido a su volatilidad, por la libra esterlina.