Cinco mitos según Schroders a la hora de invertir en emergentes

Mito 1: La inversión en compañías del mundo desarrollado con negocios en emergentes es mejor que la inversión directa en firmas emergentes locales. “La fortaleza del caso de inversión en emergentes, en sí mima, garantiza una asignación explícita en vez de una inversión implícita y diluida en firmas del mundo desarrollado”, comenta el experto.

Mito 2: Dar a los gestores de renta variable global la discreción de invertir en renta variable emergente resulta suficiente para ganar exposición, en vez de asignar capital a gestores especializados en dichos mercados. “Tiene sentido contar con especialistas que, de media, han mostrado una rentabilidad consistente y han batido el componente de mercados emergentes de los gestores de renta variable internacional”, comenta.

Mito 3: Es mejor invertir en países individuales y fondos regionales que en productos globales de emergentes. “La inversión en fondos de mercados emergentes globales, al menos para una exposición core, deberían contar con un menor riesgo y un retorno mejor ajustado a dicho riesgo que la inversión en un solo país o región”, comenta Conway.

Mito 4: Los mercados de deuda emergente ofrecen una forma mejor de ganar exposición que los de renta variable. “Mientras los mercados de deuda han venido registrando una recalificación de la deuda en los últimos años, los de renta variable aún han de ver dicho re-rating y aún cuentan con atractivas valoraciones”.

Mito 5: La inversión en emergentes a través de ETF es mejor que la inversión con gestores activos. “Los inversores pasivos anticiparán la oportunidad de capturar anomalías de precio en mercados ineficientes. Los gestores activos han batido, de media, el MSCI Emerging Markets Index mientras los pasivos (debido al tracking error y a los costes) han ofrecido menores rentabilidades que el índice”, dice en el informe.