Cifras, novedades e ideas de la segunda conferencia anual de azValor AM

Equipo azValor
Lupe de la Vallina

De los 360 a los 1.700 millones de patrimonio, de los 1.300 a los 13.500 partícipes de los 25 a los 36 empleados y de los 4 a los 9 socios son las cifras que resumen el 2016 de azValor AM, su primer año de vida completo que ayer celebró la gestora en en su II Conferencial Anual de Inversores, a la que asistieron más de 1.000 personas.

Un proyecto que mantiene el compromiso inicial de no excederse de los 2.500 millones de patrimonio en sus estrategias principales, el azValor internacional y azValor iberia. El objetivo de esta obligación marcada por Álvaro Guzmán y Fernando Bernad se debe a que quieren salvaguardar la rentabilidad esperada de los vehículos, que estiman que sea del 17% anualizada. “Es mas importante la salud del crecimiento. Lo que nos interesa es que venga un dinero informado, con visión a largo plazo y capacidad de aguante”, añade Beltrán Parages.

Sin embargo, señalan, “ni mucho menos cerraremos con ese volumen”. Para solventar esta situación, la gestora ha lanzado el azValor Blue Chips, un fondo que en su inicio compartirá ideas del azValor Internacional, al haberse incorporado a este fondo compañías de este estilo desde principio de año. Próximamente, un clon del nuevo vehículo estará disponible en su sicav luxemburguesa, bajo formato de master feeder del fondo español, que posteriormente se registrará en la CNMV.

Otras novedades

Para 2017 las novedades más importantes vienen por el lado se su plataforma operativa, donde se permitirá realizar a los inversores segundas operaciones con firma por SMS. Asimismo, están analizando la posibilidad de dar de alta 100% a un inversor de forma digital.

En cuanto al número de socios, cada noviembre revisarán la incorporación de empleados de la plantilla al capital de la empresa ya que su objetivo es que, a futuro, todos los trabajadores sean además socios. Por el momento, Carlos Romero, Andrea Barbaranelli, Juan Aguirre, Jorge Cruz y Javier Barrio pasaron a tener la condición de socio el año pasado.

Además, seguirán revisando la incorporación de nuevos profesionales al equipo de analistas, al dedicar todas las semanas hora y media a analizar los curriculum que reciben, siempre y cuando sea necesario contar un nuevo perfil profesional. En este sentido, a finales de 2016 se unieron tres ingenieros.

Lo que pretenden mantener, pese al ruido mediatico, es su sicav azValor Value Selection. Es más, creen que es muy interesante tener una sicav listada en el MAB. Su compromiso es llevarla a 500 accionistas y que sea traspasable. Por el momento han pasado de 108 a 330 accionistas, que suman cerca de 60 millones.

El resto de patrimonio se divide en 1.200 millones en fondos nacionales, 270 millones en su sicav luxemburguesa, 100 millones en mandatos institucionales y 75 millones en pensiones.

Miedo a las valoraciones en EE.UU.

En todos sus fondos seguirán invirtiendo en su línea de filosofía value, donde su aptitud para encontrar buenas inversiones dependerá de su capacidad de trabajo, el ratio de aciertos/errores y las oportunidades que ofrece la bolsa.

Desde el punto de vista de valoraciones consideran que está más alta la bolsa americana y más razonable la europea. Respecto a EE.UU., la que más miedo le da, señala que hay razones para pensar que no va a dar alegrías, más si cabe si hay inflación. En Europa, “hay valor claro en algunas empresas, aunque hay que recordar que la correlación con EE.UU. es máxima en las caídas”.

En este sentido, creen que hay que extremar la prudencia con negocios buenos que crecen (ROCE), negocios sin deudas, negocios con dueños, alta liquidez y empresas inflation-loving (pocas necesidades de inversión, productos de coste unitario muy barato…). Con este tipo de compañías podrán aprovechar los vaivenes de mercado para invertir o incrementar posiciones. Actualmente, tienen 25 compañías en el Azvalor Iberia y 53 en el azValor Internacional.

En contraposición a unos mercados que en general les parecen caros, este inicio de año han comenzado a encontrar de nuevo muy buenas oportunidades, tras la puesta en valor de muchas de sus inversiones en compañías mineras del pasado año, sector donde mantienen un 24% de la cartera. En materias primas siguen viendo valor en niquel, uranio y cobre, sectores a los que acceden bajo las compañías de más bajo coste, con balance sólido y con dueños. 

Un ejemplo del sector de cobre es Grupo México, una empresa controlada por la familia Larrea Mota-Velasco, cuyo principal activo es el 89% de las acciones de Southern Copper, “el mejor activo de cobre del mundo (costes más bajos y mayores reservas)”, resalta Guzmán. No es puramente una minera, al cotizar como un holding, pero no está en el radar de los inversores internacionales y el descuento que ofrece a invertir en Southern Copper piensan que merece la pena.

Otro caso de inversión explicado en la Conferencia Anual es Samsung, un valor tecnológico denostado por el mercado pero que “le queda recorrido”. Desde azValor ponen el foco en que el 75% del beneficio operativo proviene de las divisiones de semiconductores y displays, negocios en los que es líder, así como al precio al que cotiza.

Ser value no es fácil

Guzman apunta que no es fácil ser un value investor y pocos lo consiguen, y no por la falta de capacidad del resto, sino porque se requiere la concurrencia de cualidades contradictorias en una persona y la confianza de los clientes para aguantar los momentos malos.

En cuanto a las cualidades, se refiere a alguna como la arrogancia para actuar y la humildad para saber que te puedes equivocar, la flexibilidad y la testarudez, la convicción y el sentido común para diversificar, escepticismo sano con no ser contrarían a ciegas, un profundo respecto por las lecciones de la historia aún sabiendo que con frecuencia pasan cosas que nunca antes han pasado, la integridad para asumir errores y fortaleza para arriesgarte a cometer mas, y la honestidad intelectual para no confundir suerte con destreza.