China: otra vez apertura financiera y RMB sobre la mesa

De una parte, los gobiernos occidentales y en particular, Estados Unidos, han llamado a China a una apertura de su sector bancario. Según la teoría manejada en occidente, el hecho de que el sector bancario tenga participación mayoritaria del estado, ha llevado a que la empresas chinas tengan condiciones especiales de financiamiento que las vuelven artificialmente muy competitivas. La realidad es que ese financiamiento preferencial no es una práctica masiva en la China actual, como lo demostró el estrés financiero interno de 2011.

El año anterior vimos a pequeñas empresas con restricción a los canales tradicionales de crédito, lo que las obligó a acudir al mercado paralelo, con tasas estimadas del 10% mensual para crédito. Estas empresas, con dificultad para financiarse, además de fuertes restricciones de energía en verano (aunque no tan severas como las anunciadas para el verano de 2012), estuvieron en riesgo de default. Esto explica en gran medida, el incremento en las tasas de los bonos corporativos chinos durante todo el año pasado, que llevaron a que títulos de sectores como el inmobiliario, brincaran por encima del 8%, algo que llevó también a los mercados de repo (especialmente el de 7 días) a brincar hasta el 12% en el peor momento de la iliquidez interna. Bonos AAA a 5 años, llegaron a transarse por encima del 6%, pagando un Premium sobre los bonos gubernamentales de cerca de 300 puntos básicos.

Las empresas más afectadas por el miedo despertado el año anterior fueron las constructoras, pues se unían los hechos del mercado, con una desaceleración esperada del sector inmobiliario. Mientras tanto, Estados Unidos, sigue utilizando una expansión monetaria para mantener a flote un mercado de bonos MBS y RMBS, los cuales se siguen transando en tasas “ridículamente” bajas. Si es cierto que un gobierno está deliberadamente interviniendo en el sistema financiero, ese parece ser el norteamericano en este momento.

Es cierto que los bancos tienen rigideces muy grandes (el gobierno chino determina tasas máximas de captación y mínimas de préstamos) y que son las empresas importantes las que reciben el grueso de los créditos del sector bancario, más sin embargo, esto no significa una manipulación de “competitividad” de las empresas chinas. No por lo menos una que cambie la historia del sector manufacturero norteamericano de la noche a la mañana. 

Algo similar sucede con el RMB. China amplió la banda de fluctuación diaria de la moneda del 0.5% al 1%, lo que en teoría debería llevar a que la revaluación del RMB se acentuara en próximos meses. Pero como discutimos hace unas semanas, en un mundo en el que las exportaciones chinas pueden ser menores, la revaluación estará contenida. De otra parte, el juego es de suma cero: mientras los vencimientos de deuda estadounidense se sigan concentrando entre 2 y 5 años, y mientras siga teniendo la necesidad de hacer un roll-over de la deuda, Estados Unidos necesitará compradores para su deuda, y los compradores principales, no pueden ser otros que los asiáticos