China: "El crecimiento tocará suelo a mediados de año y empezará a acelerarse en el segundo semestre”

En primer lugar y aunque el gestor insiste en que no es el factor más importante, explica cómo el crecimiento chino se ha mantenido en niveles de entre el 8% y 10% desde el estallido de la crisis en 2008, lo que muestra su fortaleza frente a otros mercados emergentes y, sobre todo, frente al mundo desarrollado. “Los datos muestran una gran resistencia al estrés de la crisis financiera global y, del mismo modo ahora, cuando se plantea si podrá seguir este ritmo a pesar de la disminución de las exportaciones al mundo desarrollado, podrá mantener este crecimiento estable, lo que supone una ventana a las oportunidades para implementar reformas estructurales que permitan soportar estas cifras a largo plazo”, dice Jiang. De ahí que muestre su confianza a largo plazo, pero también a corto, donde su escenario refleja un aterrizaje suave, gracias en parte a la relajación de las políticas del Banco Central. “En el último trimestre de 2011, ya rebajó la ratio de reservas pedidas a los bancos comerciales, lo que significa el fin de las políticas monetarias restrictivas, que está provocando una mejora en los préstamos interbancarios y reduciendo el coste de los créditos. Esperamos ver un mayor abaratamiento que empezará a reflejarse en la economía en los próximos de tres a seis meses”, asegura.

En este sentido, Jiang dice que el año pasado supuso “un punto de inflexión” y que incluso este comienzo de 2012 es la fase final de esa suave desaceleración económica. “Está a punto de terminar, el crecimiento tocará suelo a mediados de año y empezará a acelerarse en el segundo semestre”, indica, añadiendo que, al mismo tiempo, la inflación estará controlada por debajo del 3% gracias tanto al efecto de base (se parte de altos niveles en términos interanuales) como al aumento de la oferta de vegetales y al abaratamiento de la carne de cerdo, clave en el IPC, aunque reconoce que hay riesgos procedentes del exterior como los altos precios del crudo o las políticas de relajación monetaria de los bancos centrales del mundo desarrollado. En definitiva, cree que la combinación de fuerte crecimiento con baja inflación será muy positiva para la bolsa.

Pero, más importante aún que el crecimiento, habla de las valoraciones como un factor clave de apoyo para el mercado bursátil, tanto en las acciones A, que han pasado de un PER de 50-60 veces al actual de 10 veces, como en el offshore, el universo de inversión del fondo DWS Invest Chinese Equities. “Las valoraciones se han normalizado y están en niveles muy atractivos”, explica. "Los inversores no han de pagar ahora una prima por la exposición al crecimiento estructural de China", añade.

En tercer lugar, habla de las oportunidades estructurales que presenta China, en un momento de reformas gubernamentales y nuevas políticas que favorecen temas como la consolidación de distintas industrias, cada vez más numerosas. “En el mercado chino hay mucha competencia y las empresas tienen cuotas muy pequeñas de mercado, pero el Gobierno está impulsando la consolidación para evitar la competencia irracional y controlar la calidad y el impacto ambiental”, afirma. Movimientos que garantizarán que los líderes se hagan cada vez con una mayor cuota de mercado y que repercutirán positivamente en las cotizaciones, según el gestor.

Harvest es una de las mayores gestoras en China, con rentabilidades que la ubican en los primeros puestos del ranking en casi todas las categorías de fondos. Su joint venture con DWS Investments, que permitió la transferencia de la gestión del fondo de acciones chinas desde DWS (que lo gestionaba desde su lanzamiento en 2006) hasta la entidad en el año 2009, muestra según el gestor, la fortaleza de un equipo formado por estrategas macroeconómicos, analistas sectoriales, analistas de renta fija y variable…. El fondo de renta variable, gestionado desde un punto de vista bottom-up, también incorpora un análisis macro, “más importante en casos de riesgo sistemático en el mercado, donde todo cae a la vez y se requieren otras capacidades y una mayor sensibilidad a la dinámica de flujos mundial”, dice Jiang. De hecho, el experto reconoce que la crisis europea afecta a China pero afirma también que da lugar a retiradas de capital “tan irracionales, ante preocupaciones erróneas como la posibilidad de un duro aterrizaje o de burbuja inmobiliaria”, que ellos aprovechan las oportunidades para comprar a bajos precios.

Apoyo de los inversores minoristas

A corto plazo, cree que seguirá la volatilidad pero dice que “el Gobierno chino aún tiene cartas en la manga y actuará si es necesario”. Además, en lo que va de año subraya el sentimiento de mayor tolerancia al riesgo, que llevará flujos a los mercados emergentes. Según Jiang, la tendencia será positiva: en el primer trimestre el dinero entró gracias al sentimiento positivo ante los datos económicos en EEUU, algo que se neutralizará en el segundo trimestre debido a su efecto estacional, pero en la segunda mitad del año, la continuidad de la tendencia de crecimiento en EEUU y las políticas del BCE –que ha expandido su balance en la misma medida que la Fed hizo en la crisis subprime- ayudarán a estabilizar el sentimiento, lo que dará soporte a los flujos globales. Es más, si antes fueron los institucionales los que entraron en emergentes, ahora serán los minoristas, que llevan un retraso de unos seis meses. “Los inversores minoristas se unirán al mercado”, explica.

Con respecto al reminbi, espera una apreciación anual del 3% en los próximos años, en línea con la tendencia de los últimos. Un alza beneficiosa para industrias como las aerolíneas, productores de papel o aquellas que necesiten proveedores internacionales, a los que han de pagar en dólares. Aunque dañará a las exportadoras, Jiang confía en su capacidad de adaptación, ya demostrada en años en los que a pesar de que la divisa se ha revalorizado el 30% frente al dólar, han mantenido sus márgenes. “No hay que infravalorar su capacidad de evolución”, explica el gestor. En el fondo de renta variable china, huyen de las exportadoras pero incluyen a algunas compañías del sector de tecnología (como AAC Tecnology, proveedora de componentes para smartphones) o capaces de sustituir con sus productos algunas importaciones e incluso empezar a vender fuera (como Sany).

En lo que respecta a otros sectores, Jiang se muestra positivo con los bancos, aunque no le gustan las aseguradoras. Con las firmas inmobiliarias es neutral, e incluso ligeramente positivo. “Existe burbuja inmobiliaria en ciertos mercados locales muy concretos, pero no en el mercado chino en conjunto”, afirma, indicando que los inventarios medios están en torno a seis meses y que, si en algunos lugares son más altos, se debe no tanto a la ausencia de demanda como a los esfuerzos del Gobierno por frenar la especulación y controlar los precios. Jiang también confía en que las políticas destinadas a crear 36 millones de viviendas sociales en los próximos cinco años ayudarán a desacelerar el sector, y asegura que en China los ingresos crecen más rápido que los precios, un signo de salud para este mercado.

DWS Investments también gestiona con Harvest el DWS Invest China Bonds, un fondo pensado para aquellos inversores que buscan un plus de rentabilidad, participando en la apreciación del RMB, pero sin renunciar a la seguridad.