- La economía está desacelerando tras niveles de sobrecalentamiento debido a un ajustado entorno fiscal (altas tasas, fuerte divisa).
- Aún así, un aterrizaje suave no está asegurado teniendo en cuenta las fuertes presiones inflacionistas y un crecimiento alcista del crédito.
- La decisión del banco central de reducir las tasas en septiembre en realidad se adelanta a una desaceleración del comercio global, pero corre el riesgo de alimentar las expectativas de inflación y la volatilidad del tipo de cambio.
- Sin embargo, las reservas extranjeras proporcionan una fuerte liquidez externa en contra de la excesiva depreciación de la moneda, y la libre política fiscal está dispuesta a mitigar los riesgos de un duro aterrizaje
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