BNY Mellon IM: la importancia de tener un enfoque absoluto y cómo seleccionar el fondo más adecuado

Cawker
Foto cedida

“Los inversores necesitan elegir sabiamente sus fondos de retorno absoluto pues, con demasiada frecuencia, muchos están excesivamente correlacionados con la bolsa y los fondos long only, proporcionando poco margen para la diversificación o la volatilidad similar a la que generan los bonos”. Éste es el manifiesto de Andy Cawker (en la imagen), gestor de Insight, filial de BNY Mellon IM. Cawker considera que, dado el entorno actual de crecimiento reducido, limitar el riesgo de caída se ha convertido en una pieza clave para el inversor.

Tiempos difíciles para la renta fija

Bien es cierto que, a lo largo de los últimos 12 meses, los distintos episodios de apetito por el riesgo y aversión al riesgo (risk-on, risk-off) que han vivido los mercados han afectado a las correlaciones, de tal manera que se puede observar que los fondos de retorno absoluto han generado rendimientos heterogéneos entre sí. Cawker admite que “en general, el retorno absoluto y los hedge funds no han sido buenos generando rendimientos positivos que no estén correlacionados con los precios de otros activos y, en cambio, puede que se comporten de forma parecida a las acciones”.

El gestor enfatiza la idea de generar retornos no correlacionados con otros activos, pues considera que el atractivo de los fondos de retorno absoluto debería ser su habilidad para añadir algo diferente a una cartera. “No creo que los fondos de retorno absoluto que generen un retorno del 60% en un año en el que las acciones suban un 30% sea necesariamente lo que buscan los inversores. Quien busque ese tipo de retorno debería comprar un fondo de renta variable”, afirma.

La opinión de este experto de Insight es que, actualmente, se está viviendo un periodo de cambio con mayores interconexiones entre activos, por lo que mantener una diversificación auténtica se está volviendo cada vez más difícil. Para él, el punto de inflexión se produjo el año pasado, el primero en décadas que cerró con rentabilidades negativas en renta fija. El gestor cree que esta circunstancia ha llevado a muchos inversores a preguntarse qué hacer con los activos de menor riesgo de sus carteras, al tiempo que la renta variable ha experimentado una fuerte revalorización.

Cuidado con la renta variable

Matt McKelvey, responsable de producto para especialistas en renta variable de Insight, estima por su parte que, aunque los niveles de volatilidad permanecen bajos, esta situación puede ser engañosa: “Es un mercado confuso, hay tranquilidad a un nivel general, pero debajo de la superficie el riesgo de las acciones ha repuntado”, en referencia a que se han empezado a registrar movimientos bruscos en valores individuales, más que en el conjunto de la clase de activo.

McKelvey y Cawker comparten la visión de que, a partir de ahora, el crecimiento de los beneficios será la clave para las bolsas. “Uno de los problemas de los mercados de renta variable es que han subido a la contra de un entorno de revisiones negativas sobre beneficios durante un periodo inusualmente largo de tiempo. El ciclo de las bolsas tiene su fase de expansión de valoraciones y ahora nos estamos dirigiendo hacia la fase de generación de beneficios”, explica McKelvey. Es decir, que para que los mercados sigan subiendo será indispensable que las compañías logren hacer crecer sus beneficios… aunque las expectativas para Europa se han revisado a la baja de cara a los próximos 12 meses.

El punto de vista de Insight es que el ciclo actual –tanto el de beneficios corporativos como el de la recuperación económica– no está siendo normal. “A mediados de la temporada de resultados del segundo trimestre en Europa han caído las previsiones de crecimiento de beneficio. Si es como en los últimos dos años, continuarán cayendo. En ausencia de un QE en Europa, los beneficios necesitarán empezar a recuperarse para justificar el movimiento en los mercados”, advierte Cawker. De hecho, el gestor cree que hay una posibilidad real de que el BCE autorice un QE a la europea para poder estimular la inflación.

El problema a ojos de los dos expertos es que las medidas no convencionales como las impulsadas por los bancos centrales de EE.UU., Reino Unido y Japón en los últimos años han contribuido a crear este inusual clima de mercado. “Estamos en un entorno de inversión artificial debido a las acciones de los bancos centrales al inyectar liquidez al sistema. Como resultado, los mercados se están comportando casi como si estuvieran en el ‘Show de Truman’, como lo describió Seth Karlman”, afirma Andy Cawker. “No obstante, algunos participantes están empezando ahora a ver las cámaras y a darse cuenta de que puede que el entorno no sea real”, añade. De ahí la necesidad de apostar por un enfoque de retorno absoluto, en opinión del representante de Insight.