BlackRock: por qué la tecnología puede contribuir a ralentizar las subidas de tipos

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Littlelostrobot, Flickr, Creative Commons

¿Existe una relación entre los avances tecnológicos y la anunciada subida de los tipos de interés oficiales de la Reserva Federal? Rick Rieder, jefe de inversiones de renta fija fundamental de BlackRock, la ha encontrado. En particular, la tesis que defiende el experto es que el ritmo de normalización de la política monetaria estadounidense será más lento que en ciclos de subidas anteriores, y que el nivel máximo que alcanzarán las tasas será inferior que en periodos anteriores.

Aunque Rieder matiza que dentro de este pronóstico de largo plazo ha tenido en cuenta el ritmo de crecimiento económico y los objetivos que se ha planteado la Fed, defiende la necesidad de subrayar un factor que muchos no están teniendo en cuenta, el cambio tecnológico. “El rápido curso del cambio tecnológico está ayudando hoy en día a poner un límite sobre la tasa de empleo de EE.UU. y el crecimiento de salarios. Como resultado, dado que la Fed está centrada en la flaccidez del mercado laboral como una manera de calibrar la subida de tipos, el próximo ciclo de endurecimiento monetario probablemente sea más suave que en el pasado, con los tipos haciendo máximos en niveles más bajos”, explica el experto.

Pero, ¿cuál es exactamente la relación entre tecnología y tipos? Rieder observa que las nuevas patentes, los nuevos inventos y avances tecnológicos, están contribuyendo por un lado a abaratar costes y, por otro, están sustituyendo a la mano de obra menos cualificada, por ejemplo en las cadenas de montaje en serie. De hecho, anticipa que “podríamos estar en un momento crítico en la adopción de tecnología robótica, que se está volviendo más avanzada y barata”. Paralelamente, el experto constata que no se debería ignorar el amplio potencial de desarrollo que ofrecen los campos de la informática, análisis y procesamiento de datos y manejo de maquinaria.

El representante de BlackRock afirma que “ya hay signos de que estos cambios están teniendo impacto sobre el crecimiento del mercado laboral, y es probable que sigan haciéndolo”. Por un lado, los robots se están volviendo competitivos, ofreciendo costes más bajos que la mano de obra en muchas industrias. La mejora de la capacidad de procesamiento y el abaratamiento de componentes como los sensores también han ampliado el potencial para la automatización. “De hecho, el software y los algoritmos están empezando a reemplazar a los humanos incluso en profesiones que necesitan habilidades cognitivas”, alerta Rieder, poniendo como ejemplo el análisis legal o el procesamiento de reclamaciones a aseguradoras.

De esta forma, y en palabras del jefe de inversiones, “gracias a las ganancias generadas por el incremento de productividad relacionada con la tecnología, que requiere un número inferior de trabajadores, el desempleo estructural permanece elevado y el crecimiento medio de los salarios, reprimido”.  Esto le lleva a razonar que, si la automatización y la computerización están destruyendo puestos de trabajo, “entonces puede que el empleo no regrese a los máximos previos pronto”. O, como conclusión alternativa, “los obstáculos para regresar al anterior mercado laboral pueden ser más estructurales que cíclicos, y requerirán soluciones políticas más fiscales que monetarias”, concluye Rieder. En su opinión, “la Fed se dejará convencer sobre este punto de vista”. 

Esto lleva al experto a plantear la cuestión de cómo puede reaccionar la Fed en función de sus creencias. Si sus miembros piensan que las causas del desempleo son mayoritariamente cíclicas, puede que espere algo más antes de subir los tipos, para permitir que los desempleados de larga duración puedan reintegrarse al mercado laboral. En tal caso, los salarios y la inflación podrían empezar a subir en algunos segmentos económicos, y después el banco central podría empezar a subir los tipos más rápido y con más fuerza de lo previsto inicialmente. En cambio, si la Fed creyera que la debilidad del mercado laboral estadounidense es de tipo estructural, entonces –siempre según Rick Rieder- “probablemente subiría tipos más pronto de lo que esperan los mercados, pero las subidas serían graduales y poco profundas”.