BlackRock: no es tan preocupante el ciclo de subida de tipos en EE.UU. como el desplome del petróleo

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geoftheref, Flickr, Creative Commons

El inicio oficial de la normalización monetaria en EE.UU. ha acaparado recientemente todos los titulares. Para Russ Koesterich, estratega jefe de BlackRock, es una buena noticia y no tanto una fuente de preocupación: “Una subida inicial de tipos, particularmente una que haya sido bien comunicada como esta y que todavía mantendrá a los tipos en niveles muy bajos, no es una amenaza tremenda. Sin embargo, hay otros factores aumentando la ansiedad de los inversores”. Koesterich se refiere específicamente a la evolución de los precios del petróleo, que tras la infructuosa reunión de la OPEP de principios de diciembre ha renovado sus mínimos hasta precios de 2008: “El reciente colapso del petróleo plantea más preguntas sobre las clases de activos, desde la deuda high yield a los mercados emergentes”. 

Para el experto, “el quid de la cuestión continúa siendo un exceso de oferta”, y de hecho se centra en la oferta del lado estadounidense: “Los perforadores de EE.UU. se están volviendo cada vez más eficientes. A pesar de la caída superior al 60% del recuento de plataformas petrolíferas en EE.UU., la producción nacional ha caído menos de un 5% respecto a su máximo reciente”. El representante de BlackRock considera que no se trata de un problema que se pueda delimitar al petróleo, dado que también se observan desplomes espectaculares en los precios de otras materias primas: el gas natural está por debajo de 2 dólares por unidad de energía (BTU), que le remite a mínimos de octubre, mientras que el mineral de hierro se ha desplomado hasta el mínimo histórico de 40 dólares por tonelada métrica. 

“El colapso del petróleo da pistas sobre el entorno de crecimiento y el potencial para más deflación. Las preocupaciones en torno a la deflación se están volviendo a manifestar, con el breakeven de la inflación a diez años (la diferencia entre la rentabilidad del bono a diez años y su bono ligado a la inflación comparable) retrocediendo hacia mínimos de varios años”, hace notar el estratega. Éste considera preocupante que, hace dos semanas, el diferencial de rentabilidad entre los bonos high yield y sus treasuries comparables siguiera ensanchándose por las ventas masivas de deuda de alto rendimiento, junto con el repunte de la volatilidad y los flujos de salida de esta clase de activo. Si a las ventas se les suma el nuevo desplome del crudo, el experto entiende que hayan vuelto la preocupación por los emisores high yield del sector energético. La caída del petróleo también afecta de forma directa a las divisas de países exportadores, entre los que Koesterich destaca a México, Rusia y Colombia. 

El último motivo de preocupación que esgrime el estratega es a nivel sectorial: “Muchas, que no todas, las compañías del sector energético están sintiendo presión. Esto incluye no sólo a las compañías de producción y distribución de petróleo, sino también a las Sociedades Limitadas Maestras (MLP por sus siglas en inglés, vehículos con estructura similar a los REIT pero que se centran en la inversión en infraestructuras). Aunque el modelo de negocio de muchas MLP está construido en torno al gas natural y el almacenamiento, las compañías todavía están reaccionando en primer lugar a la caída del precio del petróleo”. 

Cómo invertir en crudo en 2016

¿Continuará la tendencia bajista del crudo en 2016? Para Koesterich la respuesta está muy clara: “Dada la abundancia de la oferta y lo abultado de los inventarios, dudamos sobre que el petróleo haya hecho suelo. Hasta cierto punto, el margen bajista del petróleo hace probable que los nombres vinculados a la energía sufran más presión en el corto plazo”. 

El otro punto de vista sobre esta situación es que, en palabras de Koesterich, “las valoraciones no han estado tan baratas durante décadas”. Por tanto, su recomendación para aquellos inversores que están actualmente infraponderados es que “puede tener sentido añadir posiciones, particularmente en aquellos nombres ligados a la exploración y la producción de depósitos de shale de bajo coste”.