Banco Penta sube su clasificación crediticia de A a A+ por parte de Humphreys

Kamil Molendys, Unsplash
Humphreys cambió desde “Categoría A” a “Categoría A+” la calificación de la línea de bonos y de los depósitos de largo plazo de Banco Penta y ratificó en “Nivel 1” la clasificación de sus depósitos de corto plazo. En tanto la perspectiva de clasificación de todos los instrumentos se calificó en “Estable” (anteriormente “Favorable” para valores de largo plazo).
 
El aumento de la categoría de riesgo, a “Categoría A+”, obedece al aporte de capital por la suma de $ 40.000 millones que recientemente han efectuado los accionistas de la entidad, cifra que representa al 36% del patrimonio vigente a diciembre de 2013. El referido aumento de capital permite reforzar la base patrimonial del banco y con ello impulsar y soportar el crecimiento esperado para su actividad crediticia, manteniendo un elevado índice de Basilea, incluso bajo el supuesto conservador que las nuevas colocaciones presenten un perfil de riesgo de menor calidad al actualmente existente.
 
Asimismo, el cambio de clasificación recoge el hecho que el impulso de la banca corporativa permitirá aumentar la base de negocios del banco y, eventualmente, contribuir a una mayor atomización y diversificación del stock de colocaciones.
 
Entre los fundamentos que avalan la clasificación en “Categoría A+” y “Nivel 1” para las obligaciones de largo y corto plazo, respectivamente, se ha considerado el apoyo de la matriz (lo cual queda reflejado en el reciente aumento de capital). A juicio de Humphreys, dado el tamaño de la institución financiera, la matriz estaría capacitada para asistir al banco ante necesidades de financiamiento en momentos de iliquidez o mayor inestabilidad de los mercados, ya sea mediante aumentos de capital u otros mecanismos alternativos.
 
También contribuye a la clasificación el bajo nivel de riesgo que presenta el negocio de administración de activos por cuenta de terceros, por cuanto son los inversionistas los que asumen el riesgo de sus inversiones. En lo referente a las posiciones propias, la institución dispone de políticas conservadoras que minimizan la toma de riesgo y son adecuadamente controladas.
 
Adicionalmente la clasificación se ve favorecida por el bajo riesgo que actualmente presenta su cartera de colocaciones, lo que se encuentra en línea con la estrategia del banco enfocada hacia grandes empresas y clientes corporativos. Según la administración del banco, el adecuado control de la cartera crediticia se ve favorecido, en parte, por las operaciones cruzadas con sus clientes, ya que a través de su negocio de administración de activos puede obtener una perspectiva más completa sobre la situación financiera, patrimonial y de liquidez de sus potenciales clientes corporativos. En este mismo aspecto, la sociedad bancaria ha establecido una estructura operativa y profesional que presenta una adecuada capacidad para mitigar los riesgos propios del negocio, incluso considerando aquellos que aún no se han consolidado.