Aún falta un buen trecho en USA

Si se miran bien los datos poblacionales y de empleo norteamericano se encontrará que el empleo como porcentaje de la población se encuentra en un punto muy bajo, alrededor del 59%, lo que implica que un buen número de personas ha ido saliendo de los datos laborales, pues son personas que decidieron no buscar empleo y dedicarse a otras actividades. Uno puede salir de los datos de empleo de forma muy fácil, pero no de los datos poblacionales (aunque al final todos lo hagamos). Esto, lógicamente, tiene consecuencias negativas para la economía. El sector consumo en los Estados Unidos representa entre el 65% y el 70% de la economía total, lo que muestra que, para que la crisis termine, necesitamos que el consumo crezca de manera sostenida. Con menos gente trabajando, el consumo se reciente.

Puede que otros sectores como inversión o exportaciones crezcan, pero teniendo en cuenta que son una parte minoritaria del agregado total, no logran empujar el todo económico de la forma que se requiere. Es como si tratáramos de llenar la piscina olímpica, pero poniendo agua en dos piscinas infantiles inflables. Eso genera un retraso en la consolidación económica que, teniendo en cuenta otros factores, difícilmente corregirá. Esta buena masa de consumidores inactivos necesita financiarse de otra manera, la cual muchas veces va en forma de paquetes de ayuda otorgados por el propio gobierno, creando así un círculo vicioso difícil de superar: no sólo no se generan ingresos, además se cargan al estado, que necesita a su vez de los ingresos para financiar a los que no trabajan.

Si además tenemos en cuenta que el ahorro nuevamente empezó a dar señales de ser muy positivo, el tema se complica. Es cierto que el ahorro es importante en una economía, pero lo  complejo viene cuando el ahorro crece en un momento en que el consumo cae, no hay trabajo y, encima, la inflación empieza a dar muestras de una caída abrupta. Todo cuadra en la foto de que la economía norteamericana tiene problemas que no se han solucionado y que se esconden detrás del maquillaje de algunos buenos datos.

No hay tal, las dificultades siguen latentes y las cosas pueden volver a ponerse mal. No es sólo el denominado Fiscal Cliff, es que si se toman las cifras de la Oficina de Presupuesto del Congreso norteamericano, para que se cumplan los supuestos fiscales, la economía debería crecer al 5% en 2013 y algunos años posteriores. No lo está haciendo y no lo va a hacer. En vista de todo esto, tarde o temprano se debe venir una nueva ayuda monetaria por parte de la Reserva Federal, para tratar de impulsar la alicaída economía. No sólo porque la FED lo quiera, sino porque los mercados lo exigen. De no venir, podemos suponer caídas en el precio de activos como las acciones, algo que las autoridades económicas no ven como deseable en la actualidad.

A pesar de los datos, las complicaciones de la economía norteamericana siguen latentes. Y en esto ya llevamos cuatro años, y no hemos logrado superar las terribles complicaciones que crearon en 2008.