Así se está adaptando BlackRock a la disrupción tecnológica y a la presión en las comisiones

puzzle
FutUndBeidl, Flickr, Creative Commons

La presión en las comisiones afecta a todo tipo de productos. En Estados Unidos, BlackRock ha bajado comisiones tanto en sus fondos activos como pasivos. De hecho, en octubre del año pasado redujeron el TER en su gama CORE y, desde entonces, los productos que la componen recibieron más de 55.000 millones de dólares en entradas netas, superando por mucho las captaciones de sus principales competidores. En gestión activa, también se ha producido una compresión importante de comisiones, sobre todo en renta fija.

“Esa tendencia llegará a Europa y afectará tanto a BlackRock como al resto de la industria. Vamos a asistir a una comprensión de precios significativa. No sé cuándo ocurrirá, pero es seguro que va a suceder. Es algo que no solo responde al fenómeno de la gestión pasiva. También a la regulación y a la evolución de los flujos. No hay más que observar cómo sale dinero de las estrategias long only con bajos tracking error”, explica Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para Iberia.

En una entrevista con Funds People, Jauregui considera que las gestoras deben adaptarse a un mercado en profunda transformación. Y eso afecta a distintos ámbitos del negocio, también al modo en el que se gestionan los fondos. La entidad acaba de cambiar el proceso de inversión en algunas estrategias de bolsa americana. Lo que antes era un sistema basado exclusivamente en el análisis fundamental, ahora se combina con procesos de análisis cuantitativo. “Eso ha traído cambios en los equipos de gestión, lo que no quiere decir que estemos sustituyendo personas por máquinas. De hecho, en 2018 habrá más gestores trabajando en esas unidades. Ese es nuestro compromiso”.

Dadas las capacidades de la gestora para analizar tendencias gracias a las ventajas que ofrece el big data, lo que quieren es contar con profesionales que sean capaces de exprimir esos datos para generar alfa. En la casa seguirán potenciando la inversión tecnológica y cuantitativa, pero sin renunciar al análisis fundamental. También tratarán de sacarle el máximo partido a los avances tecnológicos a nivel interno, un área al que la entidad está dedicando recursos para que sus empleados cuenten con sistemas cada vez más avanzados de CRM, herramientas de gestión de marketing o gestión de proyectos, entre otros.

Jauregui pone en el centro de todo al cliente, una estrategia que –según explica- les ha permitido posicionarse en 2016 como la gestora con mejor imagen de marca en España, según la encuesta que anualmente realiza Fund Buyer Focus. La clave de este éxito radica en tener una estrategia muy bien planificada desde principios de año, teniendo claras cuáles son las principales inquietudes que nos van a trasladar los clientes durante el año y, sobre todo, estando cerca de ellos para entender cuáles son sus necesidades". Más allá de hablarles de productos concretos, se trata de exponerles soluciones. La disrupción tecnológica es un buen ejemplo.

“Nos demandan no sólo conocer qué impacto va a tener en su negocio los avances tecnológicos, sino que también cómo se pueden apalancar en la tecnología para desarrollar su negocio de una forma cada vez más eficiente”, indica. Para conseguir esto, en BlackRock se apoyan en Aladdin, una herramienta de gestión de riesgos institucional que primero fue concebida para dar servicio a sus clientes institucionales y que desde hace un año ha ampliado capacidades con Aladdin Risk for Wealth Management (ARWM), con el objetivo de llegar también a las bancas privadas justo en un momento en el que éstas tienen que cambiar sus modelos. Tal y como explica, Aladdin Risk for Wealth Management cuenta con dos funcionalidades principales que permiten a las bancas privadas tener a su disposición herramientas que utilizan grandes inversores institucionales.

En primer lugar, permite al responsable de inversiones analizar a través de un único sistema cuáles son las desviaciones de las carteras que gestiona frente a las carteras modelo de la casa, con el objetivo de comprobar si están bien enfocadas desde distintos puntos de vista, como por ejemplo el riesgo asumido. La segunda funcionalidad es para que el banquero o selección de banqueros que determine la banca privada puedan analizar las carteras de sus clientes y someterlas a distintos escenarios de estrés. “Al cliente esto le aporta más información. Así es como queremos ayudarles”, afirma Jauregui. En Estados Unidos, a mediados de 2015, la gestora compró FutureAdvisor no con el objetivo de llegar al cliente final, sino de prestar servicio a sus clientes, los intermediarios financieros, para que éstos puedan ofrecer esa solución a sus clientes finales.