Así están reposicionando sus carteras las compañías de seguros

credit
GotCredit, Flickr, Creative Commons

Las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales están llevando a las aseguradoras de todo el mundo a asumir más riesgo en su inversión para proteger los márgenes de beneficios, según un nuevo estudio encargado por BlackRock en el que han participado compañías de seguros que gestionan activos por valor de 6,5 billones de dólares. En un entorno marcado por la relajación de las condiciones monetarias por parte de los bancos centrales, los bajos rendimientos de los bonos y el crecimiento económico incierto, el estudio de la gestora —realizado por The Economist Intelligence Unit— revela que el impacto de la relajación cuantitativa sobre los precios de los activos ha provocado que la predisposición al riesgo de las aseguradoras prácticamente se duplique. “Las aseguradoras operan en un entorno de inversión tremendamente complejo. La relajación cuantitativa ha llevado a estas empresas a asumir un porcentaje de riesgo considerablemente mayor que en años anteriores y las divergencias en las políticas de los bancos centrales suponen una amenaza para sus negocios”.

Así lo asegura Patrick M. Liedtke, responsable del negocio de gestión de activos de seguros de BlackRock. Según explica, las aseguradoras están contraponiendo las ventajas a corto plazo que ha tenido la relajación cuantitativa y la política monetaria en los precios de los activos y el crecimiento económico a los desequilibrios que podrían crear estas políticas en los mercados a largo plazo. El 49% ha realizado importantes cambios en su estrategia de inversión en respuesta a la relajación cuantitativa y la política monetaria, mientras que otro 43% pretende hacerlos durante los próximos 12 a 24 meses. El 83% espera que la relajación cuantitativa y la política monetaria sostengan los precios durante los próximos dos años. Sin embargo, a muchos también les preocupa que la relajación cuantitativa y la política monetaria puedan crear desequilibrios en los mercados que afecten negativamente a la economía y creen un entorno insostenible en el sector asegurador. De la macroencuesta se pueden extraer varias conclusiones:

1. Los riesgos macro que las aseguradoras identifican como aquellos que más afectan a sus estrategias de inversión son el débil crecimiento económico (47%), el riesgo geopolítico (43%) y los cambios regulatorios (42%). Los principales riesgos de mercado que aprecian son los bajos tipos de interés (45%), la corrección de los precios de los activos (36%) y posibles fuertes incrementos de los tipos (35%).

2. Más del 80% de las aseguradoras creen que el QE del BCE está justificado y tendrá un impacto positivo en precios, pero creen que debería reducirse en tamaño y/o ritmo. La mitad de las compañías consideran que la política monetaria en Europa tardará entre cinco y 10 años en normalizarse. Más del 90% de los encuestados ha reaccionado o cambiará su estrategia de inversión. Como consecuencia del QE del BCE, el 48% reconoce ya haber implementado cambios importantes en las carteras, mientras que un 43% asegura estar haciéndolos. Solo un 9% afirma que no tiene previsto realizar ningún cambio en su estrategia.

3. El 56% de las aseguradoras tiene previsto aumentar la exposición al riesgo durante los próximos 12-24 meses. La primera razón que esgrimen para incrementar el riesgo en cartera es mantener o incrementar la rentabilidad (63%), responder al pobre rendimiento de las clases de activo tradicionales (57%) y diversificar fuentes de riesgo y rentabilidad de la cartera (55%).

4. Más del 40% de las aseguradoras reducirán sus posiciones en renta variable durante los próximos dos años, mientras que casi el 50% espera incrementar su exposición a renta fija. Dos tercios creen que la liquidez en el mercado de bonos les dificulta invertir en renta fija y representa un desafío para los inversores (75%), pero creen que esto es temporal (el 66%). Dicha escasez está forzando a los inversores a incrementar el uso de los derivados (dos tercios de los consultados) y favoreciendo el uso de los ETF de renta fija (64%). El 40% de los encuestados pretende elevar el peso de la deuda con grado de inversión y bonos soberanos, mientras que tres de cada diez creen que la liquidez pesará más en las carteras.

5. Los encuestados esperan que las rentabilidades reviertan a su media histórica en los próximos 2-10 años. La diversificación en activos alternativos aumentará. La deuda inmobiliaria comercial y financiación a pymes son las opciones preferidas. El 82% de los encuestados prevé incrementar su asignación a crédito alternativo. Las inversiones en infraestructuras se encuentran bajo presión debido a los flujos que ya han atraído, aunque las aseguradoras con activos entre los 10.000 y los 25.000 millones de dólares siguen muy interesadas en este segmento.