Análisis sobre la composición, tamaño, valoraciones y liquidez del mercado de deuda emergente

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SalFalko, Flickr, Creative Commons

La deuda emergente se ha convertido en una clase de activo a la que muchos inversores han dirigido la mirada. Dos han sido los factores que han contribuido a ello. En primer lugar, unas rentabilidades a vencimiento más atractivas que en el caso de los mercados desarrollados. En segundo lugar, una calidad crediticia de los activos que –aunque ahora se ha estancado- ha tendido a aumentar a lo largo de los últimos años. Pero el inversor debe ser consciente de que la deuda de mercados emergentes no es, ni mucho menos, monolítica. La disparidad económica, la geopolítica, así como el impacto del abaratamiento del petróleo y de las materias primas constituyen los principales factores influyentes que explican las acusadas variaciones de la rentabilidad registradas en la deuda de los mercados emergentes.

Naciones como Ucrania, que se ha visto mermada por la inestabilidad geopolítica y la desaceleración económica, y Venezuela, que cuenta con una elevada exposición al abaratamiento del petróleo, obtuvieron unos pobres resultados en la segunda mitad de 2014, si bien Turquía e Indonesia experimentaron un buen comportamiento gracias a un entorno mucho más favorable. “Esta divergencia entre países supone una oportunidad para la gestión activa”, afirma el equipo de renta fija de Threadneedle (ver gráfico). Esta divergencia se ha traducido en una mayor volatilidad.

Según Urban Larson, especialista en renta fija emergente de Standish, filial de BNY Mellon, en el último año y medio esta clase de activo se ha vuelto más volátil, afectando sobre todo a la deuda de emergente en divisa local. En momentos de crisis y gran volatilidad, la liquidez en el mercado de deuda emergente en moneda local es más sensible. “Normalmente, es mucho más fácil negociar en moneda local, pero en diciembre la liquidez en el mercado ruso prácticamente desapareció. No había manera de negociar el rublo y los bonos locales. El bid ask spread era muy alto. Ahora hemos regresado a la normalidad. Filipinas y Perú son otros dos mercados donde la liquidez escasa. Los fondos de pensiones locales atesoran los bonos”, revela Larson. A esto hay que añadir el mal comportamiento de las divisas. “Las divisas emergentes han perdido valor. El peor fue el rublo, cuya depreciación ha sido especialmente dramática. La tendencia se mantiene: sigue siendo positiva para el dólar y negativa para las monedas locales”.

En deuda emergente emitida en dólares destaca el estancamiento visto en 2014 en la tendencia en la mejora de la calidad crediticia de los activos. Al contrario de lo sucedido en local currency, este mercado registró un comportamiento positivo en 2014. En deuda soberana no suelen existir problemas importantes de liquidez, aunque sí disparidad de comportamiento a nivel de países. “Hubo una gran correlación en el mercado y ahora mucha divergencia. Belice subió un 6% y Uruguay un 5,3%, mientras Venezuela cayó un 16,7% y Ucrania un 12%. Los más débiles son los exportadores de petróleo y los que son incapaces de financiarse con inversión extranjera. Es el caso de Rusia o Venezuela. Son países que necesitan de un entorno global de gran liquidez. Los importadores como Marruecos o Uruguay han tenido un mejor comportamiento”. Por ese motivo, conocer la composición del mercado de renta fija emergente (en divisa local) y en hard currency es tan importante.

En la siguiente tabla se muestra, en primera lugar, el peso de todos los países en el índice de deuda emergente en moneda local y, en segundo término, la ponderación de los principales estados por emisiones en hard currency. El índice de emisiones en divisa local está constituido por 16 países, mientras que el índice de deuda emergente en divisa extranjera está formado por más de 60. En la tabla se muestran los principales emisores. Fuente: J.P.Morgan.

Mercado de deuda en moneda local Mercado de deuda en divisa extranjera
País Peso aprox. en el índice Rating País Peso en el índice EMBI Global (%)
Brasil 10% BBB- México 12,35%
Malasia 10% A- Turquía 8,05%
México 10% BBB+ Rusia 7,58%
Sudáfrica 10% BBB- Indonesia 7,40%
Polonia 10% A- Brasil 7,06%
Turquía 10% BB+ China 5,06%
Indonesia 9,22% BB+ Filipinas 4,74%
Colombia 7,68% BB+ Venezuela 3,82%
Tailandia 7,64% BBB+ Colombia 3,19%
Hungría 5% BB- Hungría 2,93%
Rusia 3,71% BB- Chile 2,73%
Rumanía 2,53% BBB- Sudáfrica 2,40%
Perú 1,87% BBB+ Líbano 2,36%
Nigeria 1,77% BB- Kazagistán 2,35%
Filipinas 0,48% BBB Polonia 2,19%
Chile 0,11% AA- Perú 1,96%

 

En la siguiente tabla se muestra el tamaño de los diferntes segmentos del mercado de renta fija emergente con datos a cierre de 2014. Son cifras que hacen referencia únicamente a la deuda negociable en los mercados. No incluye préstamos bancarios, créditos intergubernamentales ni financiación de agencias multilaterales.

 

 

 

 

Una de las preguntas que se hacen los inversores es si las valoraciones resultan actualmente lo suficientemente atractivas como para asumir el riesgo de entrar en el mercado. Steve Ellis, gestor de renta fija emergente de Fidelity Worldwide Investment, considera que en 2015 las condiciones han cambiado sustancialmente a mejor. Se apoya en el siguiente gráfico para defender su teoría. En él se muestra que las valoraciones son atractivas porque los spreads (línea roja, en puntos básicos) han aumentado en el segundo semestre del año pasado por encima de lo que serían los fundamentales de las economías emergentes, representados en este caso por el índice de compras del sector manufacturero (línea azul invertida), que al estar ligeramente por encima de 50 indica un escenario económico ligeramente expansionista.

El experto arguye cuatro razones que le hacen ser optimista. “Para empezar, el repunte de tipos y la ampliación de diferenciales le ha añadido atractivo a las valoraciones de muchos de los segmentos de renta fija de mercados emergentes, como deuda soberana en moneda extranjera, divisas y duración en moneda local. En segundo lugar, dada la escasez de emisiones soberanas y la cantidad de vencimientos previstos para la primera mitad del año, el entorno técnico es ahora más favorable. En tercer lugar, las tasas de impago están en niveles bajos y es probable que sigan así, en parte debido a la persistente represión financiera. Por último, los inversores continúan inmersos en un entorno mundial que ofrece pocas fuentes atractivas de rentabilidad. En este contexto, la deuda de mercados emergentes, que ya era una clase de activo relativamente atractiva, se ha vuelto más interesante últimamente por el reciente repunte de los tipos”.