Análisis del E.I. Sturdza Strategic Europe Value: construcción de la cartera, definición de value y visión de mercado

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Foto cedida

E.I. Sturdza es una de las últimas compañías extranjeras que han llegado al mercado español en el último año y lo ha hecho con ganas de quedarse. Esta firma suiza, que es el brazo de gestión de activos de la banca privada Baring Brothers Sturdza, tiene actualmente a disposición del inversor español los siguientes fondos: dentro de la categoría de renta fija, el E.I. Sturdza Strategic Global Bond Fund y el E.I. Sturdza Strategic Euro Bond Fund; de su gama de renta variable, están registrados en CNMV el E.I. Sturdza Nippon Growth (UCITS) Fund, el E.I. Sturdza Strategic China Panda Fund, E.I. Strategic US Momentum and Value Fund y el E.I. Sturdza Strategic Europe Value Fund. Estos productos, comercializados en España por Capital Strategies, están dirigidos tanto a inversores institucionales como minoristas, aunque no se venden directamente a estos últimos sino a través de de asesores financieros. 

Se trata de una boutique especializada el desarrollo de estrategias de inversión que generan un alto valor añadido, centradas en la generación del alfa y con ideas de alta convicción. Las construyen a través de un modelo de gestión innovador, que apuesta por la creación de equipos de gestión de carteras independientes a la firma con el que buscan evitarles las complicaciones derivadas de trabajar en una compañía con una amplia estructura organizacional y que al mismo tiempo da cancha a la firma para poder captar a los gestores con más talento. “Nuestros inversores se benefician de equipos de inversion dinámicos, capaces de reaccionar rápidamente a un entorno de mercado cambiante gracias a la ausencia de burocracia”, resumen desde la firma. 

Willen Vinke es el gestor al cargo de una de las estrategias de la firma que están a disposición del inversor español, el EI Sturdza Strategic Europe Value. Se trata de un producto con un track record de cinco años cuyo patrimonio se ha incrementado un 86% en los cuatro primeros meses del año (ya supera los 446 millones de euros), y que terminó 2014 como uno de los 25 fondos de renta variable más rentables. Es un producto que ha sido calificado con cinco estrellas Morningstar y un rating cualitativo “Bronze". 

La construcción de la cartera de este producto, que se anota un avance superior al 17% en lo que va de año, se sirve de un acercamiento value por el cual busca negocios de alta calidad que coticen con descuento del 40% sobre su valor intrínseco. La definición de calidad con la que trabaja Vinke se refiere a aquellas compañías que son líderes del mercado, que se benefician de tendencias de crecimiento estructurales de largo plazo, capaces de generar flujos de caja, que presentan unos márgenes de beneficios elevados, visibilidad sobre los beneficios y barreras de entrada y que además realizan un uso poco intensivo del capital. Debido a estos requisitos, el fondo presenta un sesgo structural hacia valores del sector consumo, salud y tecnología, mientras que evita a aseguradoras, utilities y grandes compañías petroleras y de gas. Vinke aclara que actualmente los sectores donde están encontrando más ideas son el de consumo básico y a veces el de consumo cíclico, farmacéuticas, fabricantes de software y servicios de asistencia. 

Sin embargo, el proceso de selección no es el único pilar de la estrategia. Vinke detalla que el proceso parte de una serie de principios iniciales: una lectura del informe anual de la compañía, reuniones con su equipo directivo… A esto se añade una metodología de valoración sobradamente probada que utiliza el equipo gestor para determinar cuál es el valor intrínseco de la firma. 

El tercer elemento clave es la concentración de la cartera, que habitualmente contiene entre 25 y 35 nombres. “Creemos que esta concentración, el proceso de inversión y la calidad de las compañías ofrecen el mayor marco posible para presentar un marco superior tanto en mercados al alza como a la baja”, indica el gestor. Para evitar riesgos innecesarios, el experto subraya la necesidad de saber seleccionar los valores correctos, y que las ponderaciones son similares porque “nunca sabes de dónde viene la rentabilidad”, aunque matiza que “ninguno de los valores pondría en riesgo toda la cartera, y por tanto tiendo a gestionar posiciones del mismo tamaño”. Además, para terminar de tranquilizar a los partícipes, Vinke declara que ha invertido dinero de su bolsillo en el fondo. 

El gestor explica por otra parte que él y su equipo con agnósticos en lo referente al índice; si bien se monitoriza diariamente, no supone una influencia sobre sus decisions de compra a oventa. “Al invertir en compañías que cotizan con un descuento sobre su valor intrínseco, el proceso de valoración resalta a las compañías con modelos de negocio superiors o valores “quality value””, aclara Vinke. De esta forma, la ratio de active share de este producto asciende al 84,65%, con una ratio de Sharpe de 0,63. 

Cabe destacar igualmente el elevado porcentaje de rotación de activos, del 95,1%: “Generalmente queremos añadir un nombre nuevo a la cartera al mes. Al tener un máximo de 35 nombres, cada inversión realmente tiene que hacer méritos para tener una posición en cartera. La apariencia de la cartera frente al índice es más un resultado secundario más que una contribución”. La cartera, centrada en valores europeos, contaba a final de abril con una exposición del 5,21% a valores españoles, aunque no se ha especificado cuáles son. 

¿Sigue habiendo valor en Europa?

“Estoy luchando más con el entorno este año de lo que he hecho en el pasado”, admite Vinke. Éste explica que, si bien el año pasado el crecimiento en Europa “no fue lo que la gente pensaba que sería”, este año declara: “Estoy dudoso sobre si la acción tomada por el BCE será percibida como fundamental para las economías europeas”. Su predicción sobre la influencia de las compras de renta fija soberana es que “la liquidez impactará sobre los mercados bursátiles y la divergencia entre políticas monetarias en Europa frente a EE.UU. significa que el dólar seguirá fortaleciéndose. Esto tendrá un impacto positive para un país como Italia, donde un euro débil empezará con suerte a regenerar el crecimiento del PIB”. Por otra parte, el gestor añade que el efecto de la caída del precio del crudo será “positiva para Europa en general y específicamente para la demanda de consumo”.

A pesar de sus dudas para el largo plazo, Willem Vinke afirma que el entorno parece positivo en el corto plazo: “Los activos de riesgo probablemente continuarán generando rentabilidad das las acciones del BCE. Un dólar fuerte es bueno para los beneficios corporativos de muchas multinacionales europeas. La debilidad del euro fue anticipada y la cartera ha estado bien posicionada para beneficiarse de estos movimientos”. El gestor señala que, “si todo va bien, empezaremos a ver una aceleración del crecimiento, especialmente en ciertos países europeos que han cambiado su política fiscal”.