Amundi Patrimoine

Simon_Perez_Golarons
Foto cedida

Nos encontramos ante un año 2014 que se avecina complicado en cuanto a la gestión de carteras. La volatilidad que hemos visto en este inicio de año es posible que se mantenga durante los próximos meses. A pesar de que en los países desarrollados la situación macroeconómica ha mejorado muchísimo, actualmente aparecen nuevos focos de tensión en las economías emergentes.

Todo el mundo parece estar de acuerdo en que los activos que más van a tirar van a ser aquellos referenciados a los mercados bursátiles, y los retornos esperados en renta fija pueden incluso conllevar intereses reales negativos. Este contexto muestra cierto atractivo para los inversores arriesgados pero, ¿qué pasa con aquellas carteras conservadoras que se conforman en una rentabilidad reducida que supere en un par de puntos la inflación?

Hablamos de carteras donde no quieren ni oír hablar de renta variable y en ningún caso se plantean obtener resultados negativos. En estos momentos la gestión se dificulta especialmente en los niveles de riesgo bajo, debemos reinventarnos y buscar alternativas a la renta fija tradicional, ya que con los tipos de interés tan bajos es prácticamente imposible lograr estos objetivos con activos de grado de inversión. El inversor conservador ya no puede encontrar liquidez, rentabilidad y seguridad a la vez.

Hemos encontrado un fondo poco volátil cuyos objetivos se basan en ofrecer rendimientos sostenidos en el largo plazo, adaptándose a la nueva situación en los mercados gracias a su flexibilidad para poder variar sus posiciones dependiendo de la dinámica de cada momento.

El  fondo que hoy presentamos pertenece a la casa Amundi, una gran firma de inversión francesa. Para quien no lo recuerde o no tenga tan presente Amundi como una gran gestora, es el resultado de la fusión de las gestoras de Crédit Agricole y Société Générale, cuenta con 750 mil millones en activos bajo gestión, lo que la sitúa como primera gestora de Europa y la novena a escala mundial. Dispone de una amplia gama de fondos de inversión, pero del que hablaremos hoy concretamente es el Amundi Patrimoine.

Este fondo fue lanzado en febrero del 2012 y está bajo la gestión de Alain Pitous con más de 25 años de experiencia.  El fondo lo encontramos catalogado como mixto flexible. Los fondos mixtos flexibles son aquellos que disponen de una gran libertad para poder variar el porcentaje de renta variable dentro de su cartera. Los fondos flexibles son adecuados para mantener en cartera a largo plazo puesto que no tienen un porcentaje mínimo o máximo establecido para invertir en una categoría en concreto. Esta flexibilidad los hace especiales y si el gestor sabe anticipar los movimientos de mercado puede protegerse ante caídas de los mercados.

En esta categoría de fondos de inversión la confianza en el gestor es un elemento clave, puesto que son fondos donde buscamos alfa y no beta.

Tiene un horizonte de inversión de 5 años. Tiene una flexibilidad total por clases de activos y regiones (deuda gobiernos, crédito, high yield, renta variable, divisas…), a cierre de enero cuenta con más de 1.100 millones de euros bajo gestión, persiguiendo un objetivo de rentabilidad del 5% anual.

El fondo Amundi Patrimoine no tiene límites preestablecidos para la distribución de sus activos, divisas o zonas geográficas de la inversión. Es capaz de pasar de 0 a 100% de su cartera en renta variable, o en cualquier otro tipo de porcentaje que el gestor crea que es el más oportuno para la situación. Esta tranquilidad no nos la da un fondo que tenga que estar obligatoriamente invertido en un porcentaje mínimo de su cartera. Tiene la agilidad de reducir o aumentar sus posiciones rápidamente para intentar obtener el mejor resultado. Lógicamente falta que sepa aprovechar dicha agilidad para aguantar los envites del mercado.  

Esta categoría de fondos pretende maximizar la rentabilidad pero siempre ofreciendo un retorno absoluto, es decir, no tener pérdidas en ningún escenario. Si queremos incluir este fondo en carteras defensivas, debe tener como uno de sus objetivos principales no devaluar el capital inicial, aunque esto pueda suceder en términos interanuales.

En el 2013 el fondo consiguió una rentabilidad del 3,99% y acumula un 9,18% desde su lanzamiento. Se lanzó en febrero de 2012, con lo que podemos estar contentos con una rentabilidad anualizada superior al 4%. En el mes de mayo de 2013 encontramos una fuerte caída debido a la mayor caída en los precios de bonos (pero mes en renta fija en los últimos 20 años). A pesar de ello, no se llegó a poner en negativo. El fondo busca una rentabilidad anualizada del 5% en el tiempo pero siempre manteniendo la precaución en periodos de alta volatilidad e incertidumbre.

La flexibilidad del fondo se puede constatar en varios episodios de su vida. En el verano pasado, el fondo disponía de un 15% de la cartera en acciones, un 17% en high yield y un 15% en deuda emergente. A finales del mes de junio y principios de julio, la exposición en estos activos fue reducida al 0%.Que un fondo con un capital de 202,38 millones de euros sea capaz de reorganizar y modificar sus inversiones en un margen de tiempo tan reducido, es un gran punto a favor de su gestión.

Este inicio del año 2014 ha empezado con grandes acontecimientos negativos en los países emergentes, resultados empresariales moderados y una nueva reducción de los estímulos por parte de la Fed, lo que se ha trasladado en grandes caídas generalizadas en los índices bursátiles. En estos últimos meses ha mantenido un elevado grado de prudencia ante las subidas sin freno de las bolsas, y un poco en contra de la evolución del mercado, ha reducido las posiciones de más riesgo de su cartera como las acciones europeas o los bonos high yield.

En el mes de enero, la inversión en bonos de alto riesgo se ha reducido en prácticamente dos tercios hasta el 6%, manteniendo aquellos títulos con vencimiento entre 3 y 4 años. Contrariamente, se ha aumentado la deuda pública hasta el 13,1% y se mantiene la inversión de un 25% en bonos investment grade en cartera. A pesar de nuestro análisis inicial, este tipo de inversiones aportan mucha estabilidad en una cartera sobre todo en momentos de pánico en los mercados y no merman la rentabilidad global si componen solo una cuarta parte. Las acciones europeas se han reducido del 16,7% hasta el 5% en pocos días.

Esta flexibilidad es el tipo de gestión que pretendemos obtener en un contexto tan volátil como el actual, que parece que se mantendrá en el 2014. Consideramos las decisiones tácticas bastante acertadas por el momento y compartimos medianamente su visión estratégica a medio largo plazo.

El riesgo que asume hoy por hoy es bajo, la volatilidad que obtiene es del 3,21%. Ésta puede ir variando según las estrategias que vaya adoptando el gestor, si a lo largo del año cree conveniente potenciar la renta variable u otro tipo de activos.

En Morningstar apenas tiene datos por no llegar a los 3 años de edad pero sí podemos ver ciertos datos en Bloomberg, donde se suelen expresar a 1 año en lugar de 3. Vemos como alfa es positiva, el ratio de Sharpe y de Sortino son positivos y la beta negativa. Para los que entienden estos conceptos vemos como los números confirman las palabras de este artículo.

Por nuestra parte, aún no lo hemos incluido en las carteras, el motivo es que damos mucho valor a la antigüedad, pero vamos a seguir vigilándolo de cerca y si continúa haciendo las cosas tan bien lo incluiremos en las carteras en algún momento de 2014.