Amundi: Hay oportunidades en los emergentes, aunque hay que ser más pacientes y selectivos que nunca

Parece que 2013 está siendo un año difícil para las economías emergentes. Desde mayo, diversos factores como la posible reducción de las inyecciones de liquidez de la Reserva Federal estadounidense, el aumento de los tipos de interés a largo plazo y la mejora de las perspectivas de crecimiento de los países desarrollados han provocado correcciones indiscriminadas en los mercados emergentes. En un informe reciente, el equipo de Análisis Económico y Estrategia de Amundi analiza diez cuestiones para entender cómo podría evolucionar la situación.

1. La crisis podría agravarse

Según Amundi, lo que empezó como una corrección del mercado podría convertirse en una auténtica crisis para algunos países. “Una de las consecuencias de la reducción de la liquidez y las subidas de tipos es que algunos gobiernos de países emergentes podrían tener más dificultades para refinanciar su deuda”, explican. Instituciones como el FMI aconsejan prudencia a la hora de abandonar las políticas de estímulo y recomiendan implementar acuerdos de créditos cruzados (swap lines) entre la Fed y los bancos centrales de los mercados que podrían verse más afectados, con el objetivo de minimizar el riesgo de desestabilización financiera.

2. Esto no es 1998

La situación actual es muy diferente a la de la crisis de los noventa, por diversas razones. “A pesar del deterioro reciente, las balanzas por cuenta corriente de los países emergentes están mucho más saneadas que en 1998. Además, las dinámicas de crecimiento de los principales países son mucho más equilibradas que hace quince años y las reservas en moneda extranjera se encuentran en niveles cómodos”, afirman desde la casa francesa. 

3. Los mercados emergentes aún no han recuperado su atractivo

Los analistas de Amundi creen que los inversores se mantendrán al margen de los mercados emergentes mientras persista la incertidumbre sobre el calendario y la magnitud de las subidas de tipos y del fin del programa de expansión cuantitativa (QE) de la Reserva Federal.

4. No todos los emergentes son iguales 

“Sería un error que los inversores ignorasen las enormes diferencias que existen entre los denominados ‘países emergentes’”, apuntan desde la gestora. “Cuando pase la crisis, aquellos países con una menor deuda externa, mayores reservas en divisa extranjera, un crecimiento más sólido, balanzas por cuenta corriente más equilibradas y monedas mejor gestionadas, volverán a destacar”.

5. Es el momento de ser pacientes

Para los expertos de Amundi, “se está produciendo una rotación hacia mercados que habían estado menos presentes en las carteras, como la eurozona y Reino Unido, en detrimento de las clases de activos más beneficiadas por el exceso de liquidez mundial. Ahora mismo, la mejor estrategia es esperar”.

6. Las subidas de tipos tendrán consecuencias positivas

“Siempre que se produzcan de forma gradual, las subidas de tipos y el incremento de actividad en los mercados de renta variable son señales de que la adicción al exceso de liquidez se está viendo reemplazada por las perspectivas de crecimiento”. Para la gestora francesa, “la rotación de carteras es inevitable, pero sensata. Una vez completada, los inversores volverán a centrarse en las tendencias de crecimiento global, lo que resultará positivo para los países emergentes”.

7. Podemos esperar mayor volatilidad

Los analistas de Amundi prevén un incremento de la volatilidad de los flujos de capitales y por eso recomiendan decantarse por aquellos países que reciban flujos de inversión directa de forma constante.

8. La importancia de ser selectivos

“Ser selectivos es ahora más importante que nunca ya que existen importantes diferencias entre los integrantes del denominado ‘bloque’ de los mercados emergentes”. En Amundi recomiendan ser especialmente cuidadosos con los países con mayores niveles de deuda externa y menores niveles de reservas en divisa extranjera −como Turquía, Sudáfrica, Polonia, Hungría, India o Indonesia− porque podrían tener graves problemas ante un nuevo deterioro de la situación. 

9. Apostar por las empresas frente a los gobiernos

Teniendo en cuenta la tendencia de crecimiento de los países desarrollados, el incremento gradual de los tipos de interés a largo plazo y el debate sobre deuda externa y necesidades de financiación, en la gestora ven más probable que la renta variable emergente se vea impulsada por los mercados mundiales que la renta fija emergente se vea impulsada por la deuda soberana desarrollada. “Además, los riesgos actuales están mucho más relacionados con los gobiernos que con las empresas y por eso nos decantamos por el sector privado, aunque siendo muy selectivos”.

10. Atentos a la liquidez y el tipo de cambio 

Para Amundi, el factor diferencial entre países será la gestión de la liquidez y del tipo de cambio. Las perspectivas de crecimiento mundial también jugarán un papel determinante en el futuro de los emergentes. “A pesar de que todos los ojos están puestos en los puntos débiles de los países emergentes, no es momento de ser pesimistas”, concluyen.