Alejandro Wagner (FMI) y José de Gregorio (ex del Banco Central) analizaron los desafíos de Chile en un seminario de EuroAmerica

El impacto de la recuperación económica de Europa y Estados Unidos, así como la desaceleración de las naciones emergentes fueron los principales temas abordados en el seminario ‘Recuperación en los países desarrollados: ¿Qué esperar para Chile y América Latina?’, organizado por el área de Negocios Estructurados de EuroAmerica. La instancia contó con las exposiciones del director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, y el ex presidente del Banco Central y profesor titular de la Universidad de Chile, José de Gregorio.

De Gregorio profundizó en la situación local bajo la nueva administración de Michelle Bachelet, sindicando la mejora en la inclusión social como condición fundamental para seguir avanzando.

Con respecto a la reforma tributaria, señaló que el hecho de no implementarla este año generará un problema mayor: la incertidumbre. Finalmente, el economista proyectó una inflación cercana al 0,4% para mayo, golpeada en parte por la depreciación del peso.

Por su parte, Alejandro Werner sostuvo que la economía norteamericana está operando significativamente por debajo de su potencial, lo cual se explica -entre otras cosas- porque un porcentaje importante de la caída de la tasa de desempleo se debe a la disminución de la tasa de participación laboral de la población.

En cuanto a las economías latinoamericanas, señaló que China y su vinculación con los commodities, así como el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos, representan los principales riesgos externos para la región, la cual vería reducido su crecimiento en los próximos cinco años en un 3,3%.

El economista coincidió con De Gregorio al considerar la educación como el principal tema pendiente de los países de América Latina. "Una fuerza laboral más educada estimulará la inversión en el mediano plazo", indicó. Asimismo se refirió a la reforma tributaria y de educación anunciadas para el país, las que a su juicio reflejan la madurez fiscal de Chile y favorecerían la redistribución del ingreso y el crecimiento económico.