Actualización del caso de India: las gestoras ya constatan el impacto positivo de las reformas

3724899725_7e2a615ede
Prabhu B Doss, Flickr, Creative Commons

India vuelve a gozar de renovada actualidad. La última novedad es no obstante controvertida: Raghuram Rajan, gobernador de la Reserva del Banco de India (RBI), ha notificado su decisión de dejar su puesto en septiembre. Es una decisión importante habida cuenta de la gran labor por restaurar la credibilidad de la política monetaria del país desde que asumiera el cargo en 2013. “Seguramente uno de los aspectos más importantes de su mandato ha sido el de luchar por el establecimiento de un Comité de Política Monetaria (MPC), que se espera se ponga en marcha el tercer trimestre de este año, junto con el establecimiento de un marco de inflación objetivo y el compromiso con la necesidad de una reforma del sistema bancario. Dado que estas reformas ya han sido establecidas por ley y han sido institucionalizadas, no creemos que su implementación esté en juego tras su salida”, opinan los expertos de Aberdeen.

Desde la gestora escocesa ponen como ejemplo de la actuación de la RBI la evolución del coste de la vida, que en los últimos años se había situado por encima del 10%: “La caída de la inflación de los últimos tres años ha venido motivada principalmente por la caída de las materias primas y las políticas del gobierno. Esta caída de precios ha tenido un papel muy importante en la estabilidad política”. También consideran importantes por su impacto estabilizador sobre la balanza de pagos las políticas de recorte de subvenciones a la energía e importaciones de oro. Además, gracias al ambiente reformista se ha conseguido incrementar hasta máximos históricos las tasas de crecimiento de la inversión extranjera, movimiento que también ha contribuido a que la balanza de pagos alcanzase el terreno positivo.

Reformas de baja intensidad

Los progresos en varias reformas están llevando a una serie de gestoras a revisar sus tesis de inversión sobre la renta variable india. “La confianza en la India se ha debilitado desde el pasado año, dado que la historia de reforma ha perdido impulso. A pesar de que el cambio está teniendo lugar, esta especie de transformación gradual de baja velocidad puede pasar fácilmente desapercibida”, comenta Hugh Young, director general de Aberdeen para Asia. Éste se fija en que el MSCI India ha cedido más de un 12 % desde los máximos históricos que registró en marzo de 2015, y en el tono negativo de las noticias sobre el país. Para Young, este sentimiento negativo se debe a que “las esperanzas de cambio rápido eran poco realistas".

En contraposición, el director general pone como ejemplo de los avances del gobierno la aprobación del Código de Insolvencia y Quiebra de 2016: “El nuevo código promete racionalizar y acelerar el proceso por el que los acreedores pueden recuperar su dinero cuando una empresa cesa sus actividades. Esto es importante, porque las deudas incobrables representan un importante problema para los bancos nacionales controlados por el gobierno. También impiden que estas entidades de crédito respaldadas por el Estado apoyen plenamente la inversión en infraestructuras, algo fundamental para las reformas (…). El nuevo código ayudará a poner en orden los balances de los bancos y permitirá que se realicen préstamos con fines más productivos. Esto, a su vez, fomentará el crecimiento económico en un sistema financiero más estable”.

Shekhar Sambhshivan, director de inversiones de renta variable india y gestor del Invesco India Equity Fund, coincide en señalar la implementación de “reformas a nivel micro centradas en un mejor gobierno corporativo, más actividad empresarial, gestión fiscal y creación de leyes de recaudación de impuestos coherentes”. El experto de Invesco subraya tres grandes frentes: la reforma fiscal, la reforma para la inclusión financiera y el programa Make in India, destinado a facilitar la inversión dentro del país y estimular la innovación, con el objetivo de convertirse en un centro global de exportación y actividad industrial.

Sobre la reforma fiscal, Sambhshivan destaca la unificación de 16 tipos de impuestos distintos al consumo en un tipo único para integrar el valor de bienes y servicios a escala nacional, con un tipo estándar aún por definir de entre el 17% y el 19%. Se calcula que podría impulsar el crecimiento del PIB entre un 0,9% y un 1,7%. El experto lo describe como “una gran modernización de los impuestos indirectos, que simplifica los impuestos y mejora las condiciones para hacer negocios al reducir las barreras al comercio interregional, convierte a India en un mercado único y mejora del cumplimiento de las obligaciones fiscales”. Además, considera que el incremento de los ingresos por esta vía ayudará en el medio plazo a crear “un colchón fiscal para impulsar el gasto de capital del gobierno y proporcionar estímulos vía inversiones para un mayor crecimiento económico”.

Sobre la reforma para la inclusión financiera, el experto destaca los esfuerzos para incrementar el acceso de las clases bajas a cuentas corrientes bancarias; desde la introducción del Esquema de Inclusión Financiera en 2014 se han abierto 215 millones de nuevas cuentas corrientes. Con esta medida, el experto explica que se facilita la transferencia de riqueza y la lucha contra la corrupción.

Desde Goldman Sachs AM, Prashant Khemka – gestor del GS India Equity Portfolio I Inc y director de inversiones de renta variable emergente- y Hiren Dasani, responsable de análisis de renta variable india, ven ya efectos notables de las reformas: “Después de que el crecimiento de los beneficios estuviera apagado durante los últimos cinco o seis trimestres, los beneficios del primer trimestre superaron a las expectativas”.

Ambos observan que actualmente el mercado indio cotiza a 16 veces sus beneficios, frente a la media histórica de 15,5 veces. “Podríamos razonar que esto se traduce en pagar un múltiplo medio por un crecimiento medio potencialmente superior y sostenido”, afirman. Además, esperan que los inversores sigan sintiéndose atraídos por “el atractivo mix sectorial y la baja exposición a empresas estatales, del 7% frente a la media del 27% de los emergentes”.

Los dos expertos destacan los motores de crecimiento que están detectando en India y que creen que pueden beneficiar a los inversores. Se fijan especialmente en la inversión masiva en infraestructuras y el impulso para crear un sector servicios emprendedor y boyante (especialmente en los segmentos de tecnología y salud, donde los expertos esperan más expansión). “Continuamos viendo mejores perspectivas para aquellos negocios posicionados para beneficiarse de la recuperación económica interna, como los sectores industrial, financiero y de cemento. Al mismo tiempo, vemos algunas oportunidades selectas en sectores orientados a la exportación como el textil, salud y tecnologías de la información”, resumen.