Actualización del BGF Global Allocation: posicionamiento, estrategia y últimos cambios realizados en la cartera

MikeTrudel
Foto cedida

El BGF Global Allocation es uno de los productos estrella de BlackRock. Se trata de un fondo mixto con 26 años de track record. La flexibilidad del producto le da a los gestores la libertad suficiente como para poder moverse libremente por los mercados de renta variable y renta fija para capturar las oportunidades de inversión, así como mantener importantes posiciones en liquidez si lo consideran necesario “El fondo tiene el margen de maniobrabilidad necesario para poder estar 100% invertido en renta variable o 100% en activos con mayor liquidez. La realidad es que la horquilla en la que suelen estar acciones y bonos se mueve entre el 33% y el 66%”. Hoy la característica más destacable es la infraponderación de los bonos en la cartera. “En general, la renta fija está cara a nivel mundial y ofrece un potencial de inversión relativamente limitado”, asegura Mike Trudel, responsable de Estrategia Global del equipo del BGF Global Allocation.

En una entrevista a Funds People, Trudel recuerda que aproximadamente el 16% de la deuda pública mundial que se puede adquirir actualmente ofrece rentabilidades nominales negativas mientras que una buena parte de los bonos a diez años ofrecen una rentabilidad bastante por debajo del 1%. La mayor parte de la deuda corporativa suele presentar diferenciales relativamente reducidos en relación con las anémicas rentabilidades de la deuda pública mencionadas anteriormente. En estos momentos, entre el 2% y el 3% de la cartera está en deuda con grado de inversión, el 2% en high yield, el 2% en bonos convertibles y entre un 5% y un 6% en deuda emergente, principalmente bonos soberanos denominados en dólares de países como Brasil, México o Polonia. En total, el peso de la renta fija en la cartera es del 23%, un nivel muy infraponderado frente al índice.

El benchmark que utilizan para compararse es un indicador sintético compuesto al 60% por el índice global de renta variable y al 40% por el índice global de bonos. Debido principalmente al desafío de identificar inversiones atractivas en renta fija en el contexto actual, el fondo mantiene una elevada posición en liquidez, que asciende al 21%, posicionada en equivalentes de efectivo denominados en dólares. “Seguimos priorizando el dólar estadounidense frente al resto de divisas importantes”. El segundo rasgo destacado es la apuesta por la bolsa japonesa. El peso en la cartera de las acciones niponas es del 12%, frente a la ponderación del 4,4% que tienen en el índice.

“Japón es la posición más sobreponderada de la cartera, en relación con el índice de referencia del fondo. Las acciones niponas no están caras ni en términos históricos ni relativos frente a otros mercados. El Banco de Japón está proporcionando un nivel de liquidez sin parangón y las reformas en materia de gobierno corporativo en las que está trabajando el Gobierno de Shinzo Abe ayudarán a las empresas del país y al ROE. Nuestra gran apuesta es que el mercado japonés de renta variable se va a comportar mejor”. No obstante, es posible que la moneda nipona acuse cierta debilidad de forma continuada, por lo que hemos formalizado determinadas coberturas de cambio para limitar el riesgo de una nueva depreciación del yen”.

Asia es una de las regiones donde los gestores están encontrando oportunidades, también en los países que integran el universo emergente. “Invertimos en renta variable emergente, donde estamos viendo que algunos sectores ofrecen perspectivas de crecimiento atractivas. Nuestros analistas están viendo oportunidades en el sector sanitario, ya que existe una gran demanda de servicios sanitarios en países como Singapur, Tailandia o Malasia". Trudel explica que los gestores se han ido mostrando constructivos en la región, elevando el peso de las acciones asiáticas. "La sobreponderación de la renta variable asiática en la cartera es la gran apuesta y el mayor riesgo para la estrategia del fondo, en caso de que se produzca una crisis macroeconómica o decepcionen los beneficios empresariales", señala Trudel.

A nivel geográfico, la gran infraponderación es EE.UU. “El mayor movimiento realizado últimamente ha sido reducir el peso de las acciones americanas en la cartera, que en enero de 2014 era del 33% y a cierre de enero había bajado al 25%. Las valoraciones en EE.UU están altas tanto si se analizan desde una perspectiva histórica como relativas a otros mercados. Aunque la economía estadounidense se encuentra en una situación fuerte, los beneficios empresariales estadounidenses se han visto presionados recientemente debido a la importante apreciación del dólar. Los márgenes son anormalmente elevados, los tipos de interés bajos y el dólar se había depreciado antes de principios de 2014, en particular respecto al euro. Algunos de estos factores están empezando a cambiar. Muchas empresas estadounidenses encontrarán cada vez más dificultades para obtener beneficios. La apreciación del dólar está empezando a afectar a las ventas de las compañías”, asegura Trudel.

En Europa, sin embargo, la situación es justo la contraria. “Manteniéndose estables los demás factores, es probable que las medidas de relajación cuantitativa presionen a la baja al euro y al yen. Es probable, asimismo, que sigamos asistiendo a depreciaciones de divisas en otros mercados donde los bancos centrales están aplicando relajando sus políticas monetarias mediante recortes de tipos. Estas depreciaciones pueden, no obstante, generar ventajas a nivel de ventas y beneficios de las compañías que compiten en el mercado internacional”.

En el caso de Europa, el peso en la cartera está en torno al 12-13%, niveles muy próximos al índice. El experto reconoce que en el equipo esperan una mayor depreciación del euro frente al dólar, lo cual les ha llevado a cubrirse frente al riesgo de divisa. Actualmente, los gestores del BGF Global Allocation mantienen 600 posiciones en la cartera . “Nuestra rotación en relación a otros gestores es baja. Normalmente, solo vendemos una acción por tres motivos: si las acciones de una compañía han alcanzado nuestro precio objetivo, si observamos un deterioro de los fundamentales de una compañía concreta o si descubrimos lo que, a nuestro juicio, representa una mejor idea de inversión. Nos definimos como gestores fundamentales, con orientación value y que no perseguimos el momentum”.

Esa filosofía value es la que les ha empujado a sobreponderar ligeramente los sectores de materiales y energía en la cartera después de que el precio del petróleo cayese por debajo de los 50 dólares. “Algunas compañías de estos sectores ofrecen buen valor”. La filosofía de inversión que siguen los gestores del fondo parte del análisis fundamental. “Esta aproximación bottom up es la que nos permite generar ideas de inversión”. De hecho, normalmente no utilizan ETF para construir posiciones.

“Aunque tenemos una visión macroeconómica del mundo, somos selectores de acciones y bonos, y por tanto, no nos planteamos un uso considerable de ETF. Una excepción a lo anterior es la inversión en metales preciosos, un ámbito en el que el fondo ha recurrido en ocasiones a ETF de metales preciosos junto con acciones específicas de compañías mineras especializadas en este tipo de metales". Otro de los rasgos idiosincrásicos que, según Trudel, juegan a favor del fondo es la experiencia del equipo. “Los gestores de carteras y la mayoría de analistas senior del fondo cuentan con entre 25 y 35 años de experiencia, niveles que se sitúan por encima de la industria”.