Acciones colombianas: ¿Y los hechos cuándo?

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Joel Filipe (Unsplash)
Colombia es un caso más de los mercados accionarios latinoamericanos que destaca por su mal desempeño en 2013. Medidos por los índices MSCI en USD, los mercados desarrollados rentaron 24%, los emergentes cayeron 5% y los latinoamericanos perdieron casi 16%. El índice bursátil colombiano Colcap cayó 21%. A tres años, los números para Colombia son menos malos. Los mercados desarrollados han rentado un promedio anual de 12.5%, los emergentes han caído 4.5%, los latinoamericanos han bajado 11.5%, y el índice colombiano ha retrocedido 4%.
 
Entre las causas, la economía colombiana se desaceleró, pasando de un crecimiento de casi 7% en 2011 a menos de 4% estimado para 2013 y casi 5% para 2014. Los motivos de ello se repiten en todo Latinoamérica. El 30% de las exportaciones colombianas tienen como destino Estados Unidos. En cuanto a factores particulares, afectó la débil situación económica de Venezuela, país con el que mantiene una estrecha relación comercial, la desaceleración del sector construcción (por trabas y cambios regulatorios) y conflictos sociales que golpearon las operaciones industriales y de transporte.
 
Otros dos factores que contribuyeron al pobre desempeño bursátil fueron la baja en las posiciones de las AFPs y de los flujos financieros. Aunque, a diferencia del resto de América Latina, éstos últimos sólo se tornaron negativos en el segundo semestre de 2013.
 
Los fundamentos macro de Colombia mejoraron en los últimos años. La deuda neta del gobierno cayó de 30% del PIB en 2000 a 25%. Las reservas internacionales netas se encuentran en niveles máximos históricos, en alrededor de 12% del PIB. El déficit en cuenta corriente está acotado, en 3.2% del PIB. La inflación de 2013 cerró en menos de 2%, por debajo del piso del rango meta (2%) y no hay presiones inflacionarias de corto plazo. Ello da holgura al Banco de la República a relajar la política monetaria.
 
La deuda soberana colombiana es Investment Grade. En 2013, S&P y Fitch Ratings aumentaron la calificación de deuda en moneda extranjera de Colombia. Además, se mantiene entre los primeros de Latinoamérica en una serie de rankings internacionales que miden la institucionalidad.
 
A futuro, un factor relevante de cambio estructural es el proceso de paz con las guerrillas de la FARC. Durante 2013 se avanzó (aunque no con suficiente celeridad), y se espera que su resultado final sea la desmovilización de este grupo guerrillero y su incorporación a las vidas civil y política. Esto permitiría generar eficiencias, atraer inversiones privadas y comenzar a redistribuir el gasto militar del gobierno a otros sectores. Diversos estudios estiman que el “dividendo de paz” generaría cerca de 1% adicional al crecimiento anual del PIB.
 
El gobierno actual ha impulsado la concesión de las denominadas Autopistas de Cuarta Generación, importantes corredores viales para el país, cuya construcción impulsaría la actividad y desarrollaría la infraestructura.
 
Una variable de corto plazo a considerar es el ruido político, ya que habrá elecciones presidenciales en mayo próximo. El presidente Juan Manuel Santos tiene altas probabilidades de ser re-electo, lo que generaría estabilidad.
 
En cuanto al sector corporativo, las empresas colombianas muestran balances saludables. Las utilidades habrían caído aproximadamente 4% en 2013; y se proyecta que crecerían más de 8% este año. Las valorizaciones, muestran una razón precio/utilidad (a 12 meses) de casi 15 veces, inferior a su promedio de 19 veces. Aunque como siempre, mayor a sus pares latinoamericanos (12 veces).
 
Las perspectivas lucen auspiciosas, en el papel. En la práctica, lo positivo se incorporó en precios primero y luego, a pesar de resistir en un principio, cayó en desgracia junto a los emergentes y Latinoamérica. El ambiente de mercado actual, que aún es adverso para mercados emergentes, requiere que se concreten los anuncios, paralelamente a una recuperación económica sostenible.