A cucharadas

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Joel Filipe (Unsplash)

La respuesta a tal anuncio se vio reflejada entre la última hora de la sesión de mercado de dicho día y a lo largo del lunes 11/02 porque, pese a ser feriado de carnaval, los mercados internacionales de bonos siguieron operando. Si tomamos como referencia el bono Venezuela Global 27, el cual subió 125 puntos básicos tocó el precio máximo de 105% el día lunes, el resto de la semana se contrajo un poco, producto de la toma de ganancias en un mercado poco liquido debido a la ausencia de los traders latinoamericanos. El viernes 15, cuando se escribe este articulo, los instrumentos de deuda venezolanos denominados en dólares ya habían regresado a los rangos de precios previos al anuncio.

Es importante recordar que a los mercados internacionales lo que les preocupa a la hora de fijar sus expectativas sobre los precios de la deuda venezolana es principalmente la calidad de las medidas económicas que apunten al cierre del déficit fiscal.

De momento, la devaluación de la moneda nacional que mejora las cuentas fiscales, y la eliminación del SITME que evita la emisión de nuevos títulos de deuda para alimentar ese mercado de cambio, son factores que ayudan a fortalecer los precios de la deuda venezolana denominada en dólares, pero la tibia respuesta de los mercados, es una clara indicación de quelos hechos hasta ahora en materia fiscal es insuficiente, a juicio de los mercados.

Aquellos preocupados por el devenir de los precios de la deuda venezolana en los próximos meses, no deben olvidar el contexto internacional donde comienzan a surgir presiones sobre los precios de los bonos de empresas susceptibles a compras apalancados como fue el caso de Heinz.

Los altos niveles de endeudamiento contratados en estos procesos siempre deterioran los precios de los bonos de dichas compañías. En un momento en que los inversionistas institucionales aprovechan cualquier corrección de precios para hacerse de bonos ligeramente más baratos, y donde muchos fondos de inversión liquidan posiciones en deudas de empresas expuestas a compras hostiles, suceden rebalanceos de portafolios que pueden inducir volatilidad en los precios de toda la familia de bonos.

La pobre evolución de la economía de la Eurozona y la inconclusa discusión presupuestaria en EE.UU., son factores que aunque atenuados en el corto plazo, siempre podrían reactivarse y promover una corrección general de los precios de la deuda. En momentos como esos los especuladores intentan tomar posiciones cortas en papeles de alta volatilidad como los venezolanos.

Volviendo a nuestro tema inicial, mientras el déficit fiscal se vaya cubriendo a pasos distanciados, como a cucharadas, no vemos incrementos relevantes en los precios de los títulos venezolanos, en las próximas semanas. Aún más si una reducción en la liquidez de los títulos que se vencen en el 2013, los cuales rentan por encima del 5,5% a plazos de vencimiento por el orden de 9 meses lucen tentadores, dado el buen rendimiento y la muy baja expectativa de insolvencia del país en el corto plazo.