242

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

A nosotras es que nos encantan las cifras, es ver un número entero, con decimales, primo, infinito o cómo sea y es que nos rechiflamos. El primer número del día es 242, capicúa, rojo, par y pasa. Esa es la cifra de nuevos milmillonarios chinos en lo que llevamos de año. ¿Qué habremos estado haciendo el resto, nos preguntamos? El caso es que con estos nuevos 242, que parece un modelo pequeñito de avión, el número de milmillonarios asciende ya en China a un total de 596, frente a los 537 de Estados Unidos, pero si se le suman los que hay en Macao, Hong Kong y Taiwan, la cosa se pone en 715.

Estos 715 forman parte del segundo número del día, a saber, el 1. En este caso el 1%, porque ayer nos enteramos de que el 1% del mundo tiene un patrimonio superior al del 99% del resto del planeta. Esto sí que es un efecto “valor extremo”, de esos que te arruinan las medias a pesar de que haya dispersión suficiente y te echan a perder la simetría, la kurtosis mesocúrtica y lo que haga falta. Debe ser el nuevo normal, aunque esto parece más bien tirando a viejuno.

Más allá de los números está la encuesta de la OCDE titulada How’s life? que ha inquirido a los ciudadanos del mundo civilizado sobre las cosas que más o menos los pueden calificar como felices. Los españoles suspendemos en varias cosas: ingresos, empleo, calidad del agua -¿? -y competencias de los adultos (sinceramente, seguimos sin entender la factura de la luz, ni aunque venga con unos gráficos de tarta muy monos en colorines). Superamos la media en servicios básicos y en apoyo social, y sacamos muy buena nota en esperanza de vida y tiempo libre. Pero el caso es que en conjunto no estamos muy satisfechos. A lo mejor es por las rencillas. Madre mía vaya semanita la del partido del gobierno. Cuánto cuchillo suelto. Nosotras, que lo sepan, nos hemos llevado muy bien esta semana.

Ahora nos preguntamos qué hará la OCDE con esos datos. ¿Valorar los efectos de la dieta mediterránea?, ¿una nueva campaña de Coca-Cola? Se nos ocurre una persona con mérito y conocimientos demostrados para aunar toda esa información individual en agregados macro, y ésta es Angus Deaton. Escocés, profesor en Princetown, eminencia en Economía, ahora es también ganador del Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel, más conocido como Nobel de Economía. Aclamado por economistas de todos los frentes y colores, el señor Deaton fue reconocido por “su trabajo en el ámbito de la microeconomía que permite comprender mejor el papel del consumo como elemento fundamental en la medición del bienestar y la pobreza”.

Y es también un economista poco común: es objetivo, además de científico social cuidadoso y politólogo honesto. Mientras que para muchos -demasiados- economistas es difícil separar la ciencia objetiva y los valores subjetivos, el escocés es la excepción que confirma la regla. Y no ha tenido problemas en criticar a sus compañeros. Ahí la polémica con Richard Wilkinson, coautor del libro The spirit level, que pretendía situar la desigualdad en el debate político de la mano de los laboristas británicos en tiempos de Brown en base a un trabajo más cocinado que un cocido de domingo.

Con este premio, señalan algunos, la academia, podría estar lanzando un mensaje: más atención y rigor en los datos, más preocupación por los pobres, y más foco en la desigualdad.

Cambiando de escenario, esta semana comenzó la campaña por el sí de la permanencia en la Unión Europea. Los defensores del quedarse han empezado la carrera para el referéndum con el lema “Reino Unido más fuerte en Europa”. En esos momentos, Cameron preparaba la maleta para su visita a Bruselas para una nueva ronda de negociaciones con los más que pintan en la Unión. “Estamos de acuerdo en que hay que llegar a un acuerdo y hacerlo de manera constructiva”, vienen todos a decir. Hermosa la diplomacia. Tira y afloja donde Cameron buscará mejorar las condiciones de la adhesión de Reino Unido, y de paso, un poco de cariño, pero siempre dentro de las líneas rojas de Bruselas: la libre circulación de personas y el principio de no discriminación no se tocan, recalcó Juncker, no sabemos si con desayuno de coñac con el Primer Ministro británico o no.

Y mientras, la inflación retrocede en general: -0,1% en Reino Unido y Europa y tablas EE.UU. Los bancos centrales se convierten en palomares. Se retrasa la expectativa de subidas de la Fed a marzo de 2016. Respiro temporal para los emergentes. Ánimo Burberry, que ya son 242 más.

Buena semana